Los frutos secos son la segunda causa de alergia a alimentos de origen vegetal, tanto en la infancia como en la edad adulta, y la principal causa de mortalidad por anafilaxia durante la adolescencia. Para tratar correctamente esta alergia ha surgido un nuevo tratamiento denominado ITO, que consiste en administrar dosis progresivamente crecientes del alimento para aumentar la cantidad de alimento que es tolerado por el alérgico.
La clave de este tratamiento es hacerlo de manera individualizada con el fruto seco que ha demostrado causar alergia o, en el caso de ser varios, cada uno de ellos por separado. Este nuevo tratamiento denominado inducción a la tolerancia oral (ITO), permite por un lado, intentar evitar el desarrollo de dicha alergia; y por otro, una vez desarrollada, intentar encontrar un mejor tratamiento para superarla, sin tener que recurrir a la eliminación absoluta de los frutos secos en la dieta del paciente.
Aquí es donde entra la inducción a la tolerancia oral (ITO) que es un procedimiento potencialmente curativo que consiste en administrar dosis progresivamente crecientes del alimento para aumentar la cantidad de alimento que es tolerado por el niño alérgico para prevenir los síntomas alérgicos, y reducir el riesgo de presentar una reacción anafiláctica, que es la manifestación más grave.
En la actualidad, la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) recomienda la ITO con otros productos, como la leche, el huevo o el propio cacahuete, consiguiendo muy buenos resultados con un alcance de tolerancia a este alimento de más de un 60 % de los casos.
Para explicar la importancia de este tratamiento, tenemos que saber que los frutos secos son un grupo heterogéneo de alimentos de origen vegetal, entre los que se incluyen semillas, frutos de cáscara y cacahuete, que a pesar de pertenecer a distintas familias botánicas, pueden presentar cierto grado de alergia cruzada. Por tanto, las personas y niños con alergia a un fruto seco son más propensos a desarrollar alergia o intolerancia a más de un fruto seco.
El objetivo de este tratamiento es elevar el umbral que puede desencadenar una reacción alérgica a cada uno de los frutos secos, brindando una protección individual contra la ingestión accidental del alérgeno.
De esta manera se puede concluir que la ITO no es una terapia curativa, que no permitiría la ingestión ilimitada del alérgeno, pero sí mejoraría la reacción alérgica, pudiendo llegar a ser controlada. Sin embargo, el grado preciso de protección es un tema que aún se está investigando, al igual que sus posibles efectos secundarios.