El orégano, también conocido como origanum vulgare, es una hierba de color verde oliva que contiene hierro, fibra, magnesio, vitamina E, calcio, ácidos grasos omega y es una rica fuente de vitamina K, y con todos estos componentes se trata de una especia importante a la hora de luchar contra algunas alergias.
Aunque es normalmente utilizado para darle sabor a las comidas, durante siglos el orégano fue un aliado fundamental de la medicina tradicional, ya que los antiguos griegos y romanos pensaban que tenía propiedades curativas; y de hecho, lo usaban para tratar diferentes dolencias, tales como problemas respiratorios, estomacales o infecciones.
En la actualidad cumple dos funciones principales que pasan por condimentar los alimentos y mejora la digestión a través de su infusión, pero sin embargo, aporta muchos otros beneficios para la salud gracias a sus propiedades, ya que al ser un antioxidante, ayuda a combatir enfermedades degenerativas como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y diabetes, al tiempo que es un buen aliado contra la actividad microbiana.
Además, puede aplicarse por vía tópica para ayudar a tratar enfermedades alérgicas de la piel, como el acné y la caspa.
Así las cosas, los expertos señalan que además de las alergias, esta hierba alivia los dolores musculares, los dolores de muela y oído, la fatiga, el dolor de cabeza, los trastornos de las vías urinarias, los trastornos gastrointestinales y dolores menstruales; y por si esto fuera poco, un grupo de científicos de la Universidad de Bonn (Alemania), y la ETH (Suiza), descubrieron en el orégano un ingrediente activo conocido como beta-cariofilina (E-BCP), que puede ser útil contra trastornos como la osteoporosis y la arteriosclerosis.
Con todo, además de brindar numerosos beneficios para tratar enfermedades y aliviar dolencias, también presenta efectos secundarios y algunas contraindicaciones. En este sentido, los especialistas señalan que el orégano no se debe tomar durante el embarazo ya que puede provocar abortos espontáneos, ni durante la etapa de lactancia, porque puede irritar el tracto intestinal del bebé.
Además, las infusiones de esta hierba no se recomiendan en menores de 6 años, y en adultos se debe evitar el consumo excesivo porque puede causar alergia y dolor de estómago.