El uso frecuente de mascarillas no aumenta el riesgo de generar alergias

El uso frecuente de mascarillas no aumenta el riesgo de generar alergias

Desde que el uso de mascarillas es obligatorio, ha surgido la duda de cómo la deben usar las personas asmáticas o que presentan algún tipo de alergia. En este sentido, el especialista en Alergología del Hospital Perpetuo Socorro, José Ángel Cumplido, ha aclarado que “la alergia al polen aquí existe, pero lo que tenemos con más frecuencia son los ácaros”.

El ácaro es un alérgeno que afecta en la propia vivienda, cuyos síntomas principales son el asma y la rinitis; esta última, más frecuente, consiste en cuadros de congestión nasal, estornudos y picor de nariz; y todo ello puede afectar a la calidad del sueño, sobre todo en niños.

Por otro lado, según afirma el experto, el asma puede causar síntomas respiratorios severos en algunos casos, una patología que suele ser hereditaria, pero no significa que se vaya a padecer con seguridad si en tu familia es común. En este sentido, el especialista ha explicado a la Cadena COPE que “hay un factor genético con el que nacemos que predispone a que puedas padecer asma, pero no significa que la vayas a tener, hay un componente de exposición ambiental que lo determina”.

Con la normalización del uso de las mascarillas, se puede mejorar la higiene, pero también puede repercutir en más casos de asmáticos, ya que, según Cumplido, “el asma es más prevalente en países desarrollados en los que hay más medidas de higiene son mayores, como la desinfección del agua o los calendarios vacunales”.

Esto se debe a que, si un niño se rodea de un ambiente pulcro, su sistema inmunológico no genera anticuerpos. Sin embargo, el alergólogo cree que como esta situación será “a corto plazo”, el uso frecuente de protección facial no afectará de ninguna manera. Es más, “el hecho de llevar mascarilla en lugares de alta polinización es bueno para los alérgicos, es algo que siempre hemos recomendado los alergólogos” ha apuntado.

El problema de los asmáticos es que el llevar mascarillas les agobia y potencia los síntomas. “Por suerte aquí no hemos tenido muchos pacientes con coronavirus. Es más, el asma leve bien controlada tampoco no se ha manifestado como factor de riesgo”, ha señalado Cumplido, que piensa que estar en las viviendas con más frecuencia afecta de forma negativa por la falta de actividad física. “Para el asma es muy importante mantener una actividad de los pulmones”, ha sugerido.

A juicio del alergólogo, las mascarillas son muy útiles en cuanto al polen, porque viene con un filtro incorporado, pero para el asma es malo el aire frío y seco que desprenden. Además, tener un filtro HEPA en casa es útil, pero si no se cambia cuando se tapona, es como si no lo tuviéramos porque no funciona. “Tenerlo sucio es lo mismo que no tenerlo. En ese caso el aire que sale de la aspiradora lo hace con ácaros” ha añadido.

Las recomendaciones que el especialista para las personas que tienen alergia al polen, o que sin estar diagnosticados presentan síntomas de rinitis o de asma, pasan por “evitar motos o bicicletas, llevar gafas de sol, viajar en coche con las ventanillas cerradas y acudir a la playa porque es un lugar donde hay poco polen”.

Vídeos

More Videos
Watch the video

Productos

Empresas

Estilo de Vida

Organizaciones

Instituciones