Los niños nacidos mediante cesárea tienen más riesgo de padecer alergias

Los niños nacidos mediante cesárea tienen más riesgo de padecer alergias

Durante el parto, el bebé debe atravesar la vagina de la madre y en ese pasaje se va impregnando de una gran cantidad y variedad de microorganismos beneficiosos que comenzarán a colonizar su piel, mucosas y aparato digestivo. Esos microbios tienen un rol fundamental puesto que se encargan de comenzar la puesta a punto del sistema inmunitario del niño, que al nacer es, de alguna manera, ingenuo y no sabe distinguir entre sustancias inocuas y patógenas.

Las bacterias en su membrana contienen distintas moléculas que son como una carta de presentación para el sistema inmunitario del niño y esa primera toma de contacto es una especie de entrenamiento para las defensas del bebé”, ha explicado Esther Dominguez, investigadora del grupo de microbiota perinatal de la Universidad Complutense de Madrid.

El caso es que en los pequeños que nacen por cesárea, esa colonización beneficiosa se ve alterada. “Hemos visto en diversos estudios que estos pequeños no adquieren la microbiota de sus madres y, en cambio, sí los colonizan otro tipo de bacterias, que suelen estar en la piel humana y en el quirófano”, ha explicado Dominguez.

De alguna manera, el sistema inmunitario de estos niños empieza con mal pie y diversos estudios señalan que esa puesta a punto “defectuosa” de sus defensas les confieren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes, como alergias y asma. “Epidemiológicamente, se sabe que el porcentaje de personas alérgicas que han nacido por cesárea es mayor que el de la población no alérgica. La cesárea representa un riesgo aumentado para desarrollar la enfermedad”, señala la especialista que puntualiza que por el momento se desconoce si esa relación entre el tipo de parto y posibles patologías es causal o se debe a la suma de diversos factores, puesto que las cesáreas suelen estar asociadas a una mayor probabilidad de no dar el pecho al bebé; y también al uso de antibióticos perinatales, que arrasan con la microbiota de la madre y del bebé.

No se trata de lanzar un mensaje en contra de las cesáreas y de los antibióticos, porque son dos herramientas esenciales que salvan vidas, pero hay que usarlas únicamente cuando son necesarias, porque producen daños colaterales. Ahora sabemos que tienen un impacto fuerte sobre la microbiota y que eso puede tener consecuencias sobre la salud del individuo de por vida”, señala esta investigadora.

Domínguez investiga cómo restaurar la microbiota intestinal en bebés que nacen por cesárea exponiéndolos al fluido vaginal de sus madres. Para ello, coloca una especie de trapo en la vagina de la madre cuando se pone de parto y una vez nace el niño mediante esta intervención quirúrgica, le unta a cara con los fluidos vaginales de la madre. "Analizamos el microbioma de los bebés nacidos por parto vagina y aquellos que habían venido al mundo por cesárea pero a los que habíamos aplicado los fluidos vaginales de la madre y no pudimos detectar diferencias", ha explicado la investigadora.

La leche materna también puede ayudar a recuperar una colonización bacteriana adecuada. “El hecho de nacer por cesárea no implica que luego ese niño no vaya a poder desarrollar una microbiota normal. Si es amamantado, la madre le pasará una colonia de bacterias a través de la leche materna que colonizarán su intestino y se podrá recuperar el impacto de la cesárea”, ha señalado por su parte Esther Jiménez, de la UCM.