El riesgo de sufrir reacciones alérgicas por la ingesta accidental de alimentos se incrementa durante la Navidad al realizar más comidas fuera de casa, y los niños son especialmente vulnerables a sufrirlas, según ha advertido la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), desde donde han señalado la importancia de prestar atención tanto a aquellos niños con alergia alimentaria como a aquellos que prueban ciertos alimentos por primera vez, como los frutos secos, pescados o mariscos, habituales en esta época del año.
En la guía Navidades felices y seguras para niños alérgicos a alimentos, disponible en la página web de esta organización, se incluyen una serie de recomendaciones sobre este asunto,al tiempo que recuerdan que este año hay que tomar en cuenta además las medidas frente a la Covid-19, como no compartir en la mesa, usar mascarilla, lavar con frecuencia las manos y ventilar a menudo las estancias.
En Navidades, momento en el que se consumen algunos alimentos y recetas fuera de lo habitual, esnecesario prestar mucha atención al contenido de los platos o productos envasados, tales como turrones, chocolates, etc; que pueden contener alérgenos.
Las alergias alimentarias son la principal causa de anafilaxia en niños, seguidas de las de veneno de himenópteros y medicamentos; y una de cada cinco reacciones anafilácticas ocurre fuera de la vivienda, según diferentes estadísticas.
La alergia alimentaria causa de forma frecuente síntomas en la piel (urticaria, picor, enrojecimiento, hinchazón); digestivos (dolor abdominal, náuseas, vómitos o diarrea), respiratorios (picor de nariz, estornudos, mocos y obstrucción nasal), y si aparecen de forma generalizada y simultánea, y además se acompañan de sensación de dificultad respiratoria, desvanecimiento o palidez, estaremos ante una anafilaxia que requerirá de una actuación inmediata con la administración de adrenalina.
Para poder disfrutar de unas Navidades seguras para niños alérgicos a alimentos, desde la SEICAP ofrecen un decálogo de consejos, entre los que destacan:
- Informar a la persona encargada de la comida
Es importante que quien se encargue de cocinar y preparar los alimentos conozca las alergias alimentarias de los niños. Hay que tener en cuenta que afectan a entre el 4 y 8% de los niños y que las más comunes son las de huevo, leche, seguidos de los frutos secos, el pescado, el marisco, las legumbres y las frutas.
- Leer los etiquetados de los productos
Hay que saber identificar alimentos que pueden estar ocultos y que aparecen en el etiquetado como aditivos o con nombres técnicos. Tanto los productos envasados como los que se presentan sin envasar, o son envasados en el momento de compra, están obligados por ley a facilitar la información de los alérgenos que contienen.
- Adaptar el menú
Una vez el encargado de preparar la comida conoce las diferentes alergias alimentarias de los más pequeños, es preferible cocinar recetas con alimentos que puedan comer todos los invitados.
- Preparación de la comida
Deberán utilizarse utensilios de cocina diferentes para cocinar los platos de los niños con alergias alimentarias, pues hay casos en los que un mínimo contacto con el alimento implicado pueden causar un shock anafiláctico. Hay que tener en cuenta que uno de cada cinco casos de reacciones alérgicas en niños se produce fuera de casa y el principal desencadenante son los alimentos.
- Inhalación
La inhalación de humos y vapores procedentes del cocinado de algunos alimentos como por ejemplo los pescados, puede ser motivo de reacción en algunos niños, por lo que estos deben quedarse fuera de la cocina mientras estos alimentos se preparan.
- Presentación de los platos
Es importante que a la hora de presentar los platos no se coloquen fuentes para compartir como de ensalada o pan, puesto que se corre el riesgo de que algún comensal favorezca indirectamente el contacto del niño con el alimento que le causa la alergia.
- Nuevos alimentos
Hay pequeños para los que las Navidades son su primera oportunidad de probar alimentos que nunca antes han probado como los mariscos o frutos secos presentes en los turrones. Hay que prestar especial atención en estos casos por posibles reacciones motivadas por una alergia.
- No ofrecer alimentos a los niños
A pesar de que los niños alérgicos a alimentos están muy concienciados con su enfermedad, puede haber casos en los que no o que sean muy pequeños como para saber qué pueden comer. Es por eso que será preciso tener el máximo cuidado a la hora de ofrecerles alimentos.
- Medicación de rescate
No descuidarse ante los desplazamientos para comer y cenar fuera de casa en Navidad, y llevar siempre la medicación de rescate para administrar en caso de reacción y así poder actuar a tiempo, sobre todo en el caso de los niños con riesgo de anafilaxia que deben llevar siempre con ellos sus autoinyectores de adrenalina.
- No aislar
No hay que aislar a los niños con alergias a la hora de sentarse a la mesa ni apartarles. Deben sentirse como uno más evitando que se sientan excluidos socialmente.