Cuando la peor contaminación la encontramos en casa...

Cuando la peor contaminación la encontramos en casa...

Vivir en la inconsciencia siempre es cómodo, aunque luego se multipliquen las situaciones inexplicables que afectan a nuestra salud, al tiempo que las enfermedades no aparecen porque sí, sino que tenemos predisposiciones genéticas. En cualquier caso, tenemos que tener en cuenta que desde que nacemos, o incluso antes, nos exponemos a cientos de sustancias tóxicas diariamente.

 

Eva Liljeström, una ambientóloga de origen escandinavo nacida en Granada, es asesora de familias a domicilio, y ha dedicado varios años de su vida a preparar su libro, titulado Un hogar (casi) libre de tóxicos, editado por Alienta, en el que pretende ampliar nuestro conocimiento sobre qué hay en realidad en nuestro entorno doméstico.

Y todo para que si decidimos intoxicarnos, lo hagamos con conciencia. De esta manera, la autora ha explicado que "en el exterior el aire circula, y cuando llueve se lavan las partículas que hay en suspensión en el ambiente; mientras que en casa tenemos siempre tejidos, tapicerías, lacas, esmaltes, cosmética y hasta productos de limpieza que emiten elementos químicos tóxicos de forma constante".

En este sentido, Eva defiende que "aunque sea en pequeñas cantidades y no haya normativa que los prohíba, exponernos todos los días a estas partículas de forma continuada y sin ventilar la casa, se ha demostrado que es claramente nocivo, ya que se forma una sopa de tóxicos en el hogar".

La escritora explica que  es muy importante informarnos bien de qué contiene todo lo que metemos en casa, y ejercer todo el poder que tenemos como consumidores, en este sentido explica que "a veces basta con leer esa letra tan pequeña de las etiquetas, o los pictogramas de seguridad. Eso incluye productos de limpieza, muebles, aparatos electrónicos, pinturas, sprays… Al limpiar, no cuesta tanto protegerse con mascarilla y guantes. Los ambientadores de origen sintético, por ejemplo, contienen algunos compuestos volátiles relacionados con enfermedades respiratorias, pueden afectar al sistema nervioso central, o incluso podrían estar relacionados con enfermedades como el cáncer. ¡Usa aceites esenciales de buena calidad! También recomiendo, si quieres ir más allá de algo tan económico como ventilar una casa, vigilar y cuidar la calidad del aire que respiramos en el hogar con sensores y purificadores"

Sobre el error más común que cometemos en un factor clave como la alimentación, Eva explica que "además de no leer los ingredientes, comprar alimentos y bebidas envueltas en plástico. Al cabo de una semana, nos podemos estar comiendo el equivalente a una tarjeta de crédito. Esos plásticos llegan a la barrera hematoencefálica, incluso horas después de la ingestión, y el problema no es sólo que estemos ingiriendo plástico a través del agua o los alimentos, sino que además puede estar directamente relacionado con la alteración de nuestra función hormonal. De repente podemos sufrir inexplicables problemas de obesidad, tiroides o fertilidad, aunque comamos aparentemente sano"

La autora explica que regularmente aparecen nuevos estudios sobre sustancias que se va descubriendo que son nocivas, o prohibiciones del uso de otras sustancias 30 ó 40 años después de que se supiera que lo eran, como en el caso del bisfenol A.

Sobre su libro, la autora recomienda comenzar a leerlo por el tema con el que más sensibilizado se esté, de manera que si eres quien limpia en casa te encantará saber los usos del vinagre, el limón o la sal; si no duermes bien, puedes darte cuenta de las posibles causas; y si trabajas exponiéndote a sustancias, o eres una persona con una sensibilidad especial, debes saber en qué te puede afectar más allá de lo que te cuenten.

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