El impacto físico y emocional de ser alérgico a "otras personas"

El impacto físico y emocional de ser alérgico a "otras personas"

Maura cree que los preservativos le salvaron la vida y cuenta que su problema empezó a surgir poco a poco, cuando "me di cuenta de que me ardían los genitales después de mantener relaciones sexuales [sin protección]". No se sentía cómoda mencionándoselo a su pareja, así que se lavaba a conciencia eincluso cambió los productos de higiene personal que utilizaba, desde el jabón hasta el lubricante. Lo peor es que todo eso sólo le ocurría cuando entraba en contacto con el semen.

 

Al final rompió con ese hombre y empezó a salir con uno con el que sí usaba preservativos. "No era un problema hasta que una noche estábamos tumbados en la cama después del sexo y de repente se me empezó a hinchar la lengua", dice Maura que añade que "mi compañero vio lo que estaba pasando y gritó: "¡Te estás asfixiando!" y tomó mi inhalador... pudo ponerlo en la comisura de mis labios y empezó a usarlo.

Maura, que también sufre de asma y varias alergias, cree que el semen se filtró por una rotura en el preservativo, y ahora, ella y su pareja de toda la vida son más cuidadosos con su uso.

Hasta que le ocurrió a ella, no sabía que era posible ser alérgica al semen. Aunque son extremadamente raras, algunas personas sufren reacciones inmunitarias graves al cuerpo de otras personas. Estas afecciones, a menudo incomprendidas, pueden afectar no sólo a la salud, sino también al trabajo, las relaciones y, en general, a la forma de moverse por el mundo.

A medida que los científicos empiezan a vislumbrar indicios, estas extrañas reacciones van develando conocimientos sobre la química de nuestro cuerpo y las peculiaridades del sistema inmunitario humano. A menudo, la sensibilidad al cuerpo de otra persona está relacionada con los productos externos que aparecen en ese cuerpo, como por ejemplo la piel, que puede ser portadora de fragancias sintéticas, incluso en desodorantes y lociones para después de afeitar.

El desencadenante no siempre está claro, hasta el punto de que una mujer estadounidense con una versión grave del síndrome de activación de mastocitos, en el que las células que combaten las infecciones empiezan a funcionar mal, desarrolló reacciones alérgicas debilitantes al olor de su marido. Sabine Altrichter, médico del Hospital Universitario Kepler de Austria, afirma que, aunque la relación no está demostrada, algunos pacientes con trastornos de mastocitos sospechan que son sensibles a los olores corporales naturales o a las sustancias químicas que emite la piel de otras personas.

La piel emite muchos compuestos que contribuyen al olor corporal. Estos gases de la piel pueden incluir sustancias químicas como el tolueno, que se encuentra en el petróleo crudo y se utiliza para fabricar productos como pinturas o plásticos, de manera que las personas pueden absorber tolueno deliberadamente, por ejemplo al inhalar pegamento para colocarse, o involuntariamente, por ejemplo al exponerse en el trabajo. El tolueno es también una de las numerosas sustancias químicas del humo del tabaco.

Un grupo de personas que podría arrojar algo de luz sobre las reacciones a otros seres humanos son las que padecen la misteriosa enfermedad Personas Alérgicas a Mí (PATM), un fenómeno inusual y aislante en el que otras personas desarrollan con frecuencia síntomas de tipo alérgico, como tos y asfixia, en su presencia. En 2023, Yoshika Sekine, profesor de química de la Universidad de Tokai (Japón), y sus colegas investigaron los gases cutáneos emitidos por quienes declaraban síntomas de PATM, y de los 75 gases cutáneos que estudió el equipo, el tolueno era especialmente probable que estuviera presente.

"El tolueno se inhala a través del aire durante la respiración. Como compuesto nocivo, suele metabolizarse en el hígado y eliminarse por la orina", ha explicado Sekine, quien tambien ha dico que "sin embargo, los pacientes con PATM tienen una capacidad disminuida para descomponer el tolueno, lo que provoca su acumulación en el torrente sanguíneo y su posterior liberación a través de la piel".

Por otra parte, la alergia al sudor implica generalmente sensibilidad a la propia transpiración, más que a la de los demás; y en cuanto al cabello, en los raros casos en los que se han registrado alergias relacionadas con el cabello humano, la reacción no ha sido causada por un alérgeno en el propio cabello, sino por alérgenos en sustancias externas, omo los derivados del formaldehído en los tratamientos capilares con queratina, o una proteína de gato que se introduce en el pelo de sus dueños.

Las reacciones alérgicas también pueden ser desencadenadas por alérgenos específicos presentes en fluidos corporales. En un caso de Reino Unido, una mujer alérgica a las nueces de Brasil desarrolló urticaria y dificultad respiratoria tras mantener relaciones sexuales con un hombre que había comido nueces mixtas unas horas antes, a pesar de que se había limpiado los dientes, las uñas y la piel. Los frutos secos también han provocado reacciones alérgicas durante los besos en personas con alergias graves.

Aunque los frutos secos son el alérgeno que más problemas plantea durante los besos, la saliva también ha inducido reacciones alérgicas tras el consumo de frutas, verduras, marisco y leche.

También algunas mujeres alérgicas a los antibióticos han reaccionado negativamente tras practicar sexo vaginal y (posiblemente) oral con personas que habían tomado esos medicamentos.

Casi no hay investigaciones publicadas sobre la posible alergia al flujo cervicovaginal, un líquido segregado por las células del cuello uterino y la vagina, que ayuda a lubricar esta región y proporciona cierta protección frente a agentes patógenos. Sin embargo, Marek Jankowski, profesor adjunto de dermatología y venereología en la Universidad Nicolaus Copernicus de Polonia cree haber visto al menos a una persona con esta afección. Al paciente le picaba la cara después del cunnilingus, y eso le hacía parerecer una alergia, pero los médicos ridiculizaban o rechazaban esta idea, así que buscó otros casos de posible alergia al fluido cervicovaginal segregado por las mujeres durante la actividad sexual.

El caso llevó a Jankowski y sus colegas a realizar un estudio, publicado en 2017, en el que encuestaron a otros dermatólogos, así como a personas que podrían estar experimentando esta afección. Según informaron, una quinta parte de los dermatólogos que respondieron habían presenciado casos de este tipo, aunque muchos médicos seguían mostrándose escépticos ante la existencia de esta afección. Según esta investigación, los afectados declararon enrojecimiento, picor, ardor, hinchazón y urticaria tras el contacto.

Una diferencia entre las alergias al semen y al líquido cervicovaginal es que es poco probable que los preservativos alivien los síntomas de cualquier alergia a este último, ya que los condones no protegen la ingle y el escroto. Pero tanto los antihistamínicos como la exposición repetida parecieron ayudar a los encuestados con su alergia, según los resultados de la encuesta de Jankowski y sus coautores.

El caso es que las repercusiones emocionales de todos estos padecimientos pueden ser complejas, tanto para los afectados como para sus parejas, y aunque la relación de Maura es segura y su pareja no tiene inconveniente en utilizar preservativos, "me dijo que le ofendía la idea de que yo fuera alérgica a su semen", aunque "no me culpa a mí de eso, sino al universo".

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