Aunque estemos todavía a comienzos de febrero, el polen ya ha dejado niveles elevados en 16 provincias del centro y sur peninsular, 7 de las cuales se encuentran en nivel rojo por alta polinización, mientras que otras 9 han escalado hasta el nivel amarillo.
Los síntomas alérgicos en esta época del año, sobre todo el asma y la rinoconjuntivitis, se deben a las conocidas como “alergias de invierno”, que tienen como principal responsable la familia del ciprés que ha elevado a nivel rojo a Orense, Guadalajara, Zaragoza, Toledo, Córdoba, Albacete y Granada. Por su parte, el polen de alisos es muy elevado en Orense.
Entre las provincias con presencia moderada de polen se encuentran Zamora, Álava, Huesca, Lérida, Barcelona, Tarragona, Madrid, Sevilla y Málaga, y el responsable de elevar los niveles de polen ha sido el ciprés, junto a la ortiga, mientras que la lluvia, la nieve y el frío de enero han contribuido a retrasar la polinización.
Además, el impacto de la borrasca Filomena ha provocado la caída de árboles y rotura de ramas influyendo en la disminución del polen de estas especies.
Sin embargo, las temperaturas primaverales de la última semana de enero han impulsado este repunte del inicio de temporada que es más suave que en 2020, de forma que este año el comienzo de las alergias de invierno ha sido notablemente más apacible que el año pasado.
Frente a las 11 provincias en niveles rojos de 2020, este año solo se han registrado 7 con esta incidencia. Además, en el cómputo total de provincias también se ha notado una menor incidencia, y mientras que el pasado año 26 provincias apuntaban niveles entre amarillo y rojo, este 2021 han sido 10 menos las afectadas.
El previsible aumento del polen de los próximos meses podría hacer que los pacientes confundan los cuadros sintomáticos de la alergia con los del coronavirus. En este sentido, una buena forma de distinguir ambas afecciones es comprobar si se presentan todos los síntomas principales del Covid-19 o si los síntomas coinciden con un periodo de alta polinización.
