Conoce la verdad sobre los bulos relacionados con productos cosméticos

Conoce la verdad sobre los bulos relacionados con productos cosméticos

La cosmética es un caldo de cultivo perfecto para que surjan mitos y bulos, al ser productos que aplicamos directamente sobre nuestra piel, lo que puede hacer que nos enfrentemos a ellos con respeto excesivo... por este motivo, el portal de verificación de bulos Maldita Ciencia ha tratado de aclarar algunos de ellos. Estos son los más destacados:

  • Aloe Vera

No, el aloe vera no es el tratamiento más adecuado para quemaduras o heridas. Entre los diversos usos que se le atribuyen al aloe vera, destaca el de tratar quemaduras o heridas, ya sea utilizando directamente el gel procedente de la planta o como parte de algún producto cosmético. Lo cierto es que el aloe vera presenta ciertos componentes irritantes que pueden producir efectos secundarios al aplicarlos sobre afecciones de la piel.

"El aloe vera no es un buen tratamiento para las quemaduras, heridas ni, en general, para la dermatitis. En el caso de que la piel esté alterada o presente algún tipo de agresión, hay más riesgo de sensibilización, es decir, de desarrollar inmunidad de forma que, si el aloe vera vuelve a entrar en contacto con la piel, esta podría generar una reacción inflamatoria", ha confirmado a Maldita Ciencia Sara Gómez Armayones, dermatóloga en el Hospital Clínico de Barcelona.

  • Aceite de rosa mosqueta

El aceite de rosa mosqueta puede mejorar la cicatrización si la herida ya está cerrada. Según Gómez, para heridas abiertas o recientes este aceite no es el más adecuado, aunque hay muy pocos casos descritos de dermatitis de contacto. Lo mismo explica Inés Mármol, investigadora del departamento de Farmacología y Fisiología de la Universidad de Zaragoza, quien afirma que "nunca recomendaría utilizar aceite de rosa mosqueta o cualquier otro tipo de crema en estos casos. Lo que habría que hacer es desinfectar la herida y cubrirla con una tirita hasta que se cierre". Sin embargo, una vez la herida ya esté cerrada y no se corra el riesgo de infección, se ha observado que este líquido puede mejorar la cicatrización.

  • Arcilla verde

Sí, la arcilla verde puede ser beneficiosa para la piel, pero también perjudicial si contiene impurezas. Aunque, al igual que otros tipos de arcillas, esta puede tener aplicaciones beneficiosas para nuestra salud, si contiene impurezas, como metales pesados, también puede perjudicarnos. Las arcillas son muy usadas para tratamientos cosméticos, y hay evidencia científica de que las mascarillas de estas sustancias no mejoran la elasticidad o firmeza de la piel, al menos a corto plazo. Su uso continuado tal vez sí la mejore, pero de momento solo hay evidencias en experimentos con ratas. Por otra parte, el uso de arcillas puede ser perjudicial si incluyen impurezas, por lo que es importante comprarlas a fabricantes que hayan pasado análisis y controles de calidad.

  • Teñirse el pelo

Sobre teñirse el pelo durante el embarazo, las expertas recomiendan un uso prudente. Es cierto que existen estudios que sugieren una posible relación negativa entre estos productos y la salud del bebé, como alteraciones en su peso al nacer o un mayor riesgo de sufrir leucemia durante los dos primeros años de vida. Sin embargo, las investigaciones de las que se dispone actualmente se han realizado en ratones, utilizando una cantidad de producto mucho mayor que la que se utiliza para teñir el pelo y de manera continua, no como los tratamientos de color de este tipo que usa una mujer. Además, la proporción del producto que llega a la piel es muy pequeña por lo que, en caso de que parte de este llegara a la placenta, la cantidad sería mínima.

Alrededor de que teñirse el pelo podría incrementar el riesgo de cáncer, desde el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos explican que los tintes para el pelo que se comercializaban en los años 70 cuando teñirse comenzó a ser algo generalizado contenían algunas sustancias químicas, como las llamadas aminas aromáticas, que se clasificaron como cancerígenas para animales y como posibles cancerígenos para los humanos, especialmente en casos de cáncer de vejiga y linfoma entre otros. Sin embargo, desde mediados hasta finales de los años 70, los fabricantes de esos tintes fueron sustituyendo esos componentes por otros y no hay evidencias para asegurar que estos nuevos ingredientes también aumenten el riesgo de cáncer. Las investigaciones al respecto siguen desarrollándose y de momento los resultados son contradictorios: algunos han encontrado una relación entre el uso personal de tintes para el pelo y el riesgo de leucemia, linfoma, cáncer de mama, de vejiga y otros cánceres, y otros no.

  • Lámparas de manicura

Sobre las lámparas de manicura y el cáncer de piel, los expertos defienden que un aumento del riesgo es improbable, aunque es recomendable echarse protector solar en las manos antes de usarlas. Es cierto que los rayos UVA son un factor de riesgo de esta enfermedad, sin embargo es muy poco probable que esto ocurra utilizando los aparatos de manicura, según las evidencias científicas al respecto; y hay estudios que demuestran que la cantidad de radiación emitida por las lámparas de los salones de manicura no es lo suficientemente potente como para suponer un verdadero riesgo incluso para aquellas personas que reciben tratamientos de este tipo habitualmente.

  • Champús cancerígenos

No hay evidencias de que algunos ingredientes de los champús de la marca Hacendado de Mercadona sean cancerígenos. El origen de este bulo es un post de Facebook que señala en concreto dos ingredientes de los champús: el lauril sulfato de sodio (SLS) y el lauril éter sulfato de sodio (SLES) donde sugieren que pueden causar cáncer al mezclarse con otros ingredientes, además de ser altamente irritantes y tóxicos. Son ideas que llevan mucho tiempo circulando por Internet. Ambas sustancias se utilizan por su acción surfactante, es decir, atrapa los compuestos oleosos del pelo y la piel y ayudan a eliminarlos con el aclarado o enjuagado. Son necesarios para formar la espuma de jabones y champús. No hay evidencias de que el SLS o el SLES causen cáncer, y no hay estudios que lo afirmen y ninguna agencia de seguridad nacional o internacional clasifican estas sustancias como cancerígenas, aunque sí es cierto que el SLS puede resultar irritante en concentraciones muy altas o si permanece sobre la piel demasiado tiempo. Por este motivo, se usa sobre todo en productos que no pasan demasiado tiempo en contacto con la piel, como jabones o champús y la concentración normalmente no supera el 15 %.

  • Parabenos

La principal preocupación respecto al uso de los parabenos en cosméticos es que puedan tener un efecto similar al de los estrógenos, hormonas sexuales femeninas, causando un desequilibrio hormonal en nuestro cuerpo. Eso podría, potencialmente, causar distintas patologías, como por ejemplo, cáncer de mama. Uno de los argumentos más habituales es un estudio publicado en 2004 que encontró trazas de parabenos en tumores mamarios. Sin embargo, el estudio no concluía, ni lo ha hecho ningún otro estudio después, que los parabenos hubiesen sido los causantes de los tumores. Varias autoridades sanitarias han buscado este posible efecto, sin encontrarlo.

  • Parafina 

La parafina en cosmética no es tóxica, ni peligrosa, ni supone "embadurnarse" de petróleo, siendo uno de los componentes más habituales en los productos cosméticos de nuestro supermercado habitual. En cosmética se utiliza parafina líquida y no parafina a secas, un compuesto muy común y se puede encontrar en el etiquetado de geles, colonias y aceites corporales infantiles. A pesar de las preocupaciones que despierta, es importante tener claro que la parafina líquida es segura en cualquier cantidad. La legislación impone un límite al porcentaje de impurezas que puede poseer, ya que esas posibles impurezas sí pueden suponer un riesgo para la salud. Parte de la preocupación surge de su procedencia, ya que es un aceite mineral que se extrae del petróleo, aunque eso no determina su seguridad ni toxicidad. Además, es inerte y no atraviesa si quiera la epidermis, la primera capa de la piel. Por lo que no hay evidencias de que sea capaz de causar ni alergias, ni irritaciones, ni mucho menos otros problemas como mareos, dolores de cabeza, tos, manchas oscuras o pérdida de concentración, como alerta el post de Facebook.

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