La mosca negra no es una especie invasora, sino que es autóctona, pero desde hace varios años se observan picos agresivos en sus ataques a humanos. Además, ste molesto insectos no pica, pero muerde en forma de sierra generando una herida considerable que èuede dar lugar a infecciones y reacciones alérgicas importantes, que en algunos casos requieren hospitalización.
Además, este verano las plagas de este insecto serán más agresivas debido al confinamiento, según han explicado desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA).
La mosca negra, con apenas seis milímetros de longitud, es muy agresiva y se reproduce en los cauces de los ríos, sobre todo en aquellos que se encuentran especialmente limpios y, concretamente, en la vegetación flotante, la cual queda al descubierto cuando el nivel del agua comienza a descender.
Según destacan desde ANECPLA, este año, debido al confinamiento decretado a causa de la pandemia de coronavirus, no se han podido llevar a cabo las tareas de mantenimiento y prevención que se suelen realizar antes del verano para evitar la proliferación de este insecto, una situación que lleva a prever que proliferarán las plagas de mosca negra en distintos puntos del territorio nacional, principalmente en Barcelona, Madrid y Zaragoza, y con especial incidencia en la ribera de los ríos Ebro y Manzanares.
Por este motivo, desde la asociación apuntan que, dado que los tratamientos de prevención no se han podido llevar a cabo, tan solo queda aplicar medidas de choque y recomendaciones ciudadanas para mantenerlas alejadas.
La virulencia de la picadura de la mosca negra es mucho mayor que la de otros insectos, hasta el punto de que no se trata de una picadura como tal, sino que provoca un pequeño desgarro en la piel de su víctima, e inocula una pequeña dosis de anestésico, que le permite morder sin que la persona afectada se dé cuenta. Su saliva es la que suele provocar fuertes cuadros de alergia y dolores fuertes en la zona, con un efecto final que se traduce en una roncha de varios centímetros que llega a sangrar, acompañada de una elevada hinchazón que puede durar hasta un mes.
Los expertos aconsejan no rascarse si se sufre la mordedura de este insecto, ya que puede empeorar la herida, e incluso llegar a infectarse. En estos casos, se recomienda aplicar hielo para bajar la inflamación o una pomada con un corticoide suave... y si la reacción empeora, será aconsejable acudir al hospital o centro de salud.
Algunos de los consejos para evitar ser víctima de este insecto este verano, pasan por:
- Vestirse con ropa clara, sin colores demasiado llamativos que puedan atraer a los enjambres
- Evitar pasear por el curso de los ríos o zonas cercanas a los mismos, especialmente a última hora de la tarde
- Instalar mosquiteras en puertas y ventanas en las zonas de riesgo
- Evitar la acumulación de agua en el exterior de la vivienda y mantener cubiertos los depósitos de agua
- Controlar los desagües
- Utilizar repelentes certificados, sobre todo los que contienen citronela
