Una nueva técnica contra los daños respiratorios permanentes podría provocar crisis de asma

Una nueva técnica contra los daños respiratorios permanentes podría provocar crisis de asma

El asma y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o EPOC destacan como las principales enfermedades respiratorias en España, y aunque ambas cursan a través de crisis, la primera es una enfermedad inflamatoria reversible. Sin embargo, aunque no conllevan una pérdida de función pulmonar como en el caso de la EPOC, los ataques asmáticos también causan daños mecánicos en las vías respiratorias.

 

De esta manera, el adecuado tratamiento del asma podría prevenir nuevas recaídas, según un nuevo estudio publicado en la revista Science por el equipo de Dustin Bagley en el King's College de Londres, que propone una explicación y una posible solución para los daños permanentes causados por las crisis asmáticas.

De esta manera, la tensión muscular producida alrededor de los bronquios dañaría por contracción las vías respiratorias, destruyendo las células epiteliales y potenciando la inflamación.

Según los investigadores, prevenir este daño mecánico en lugar de tratar sus síntomas posteriormente, sería clave para mejorar las terapias que detengan el ciclo inflamatorio asmático. [

Aunque se considera que el asma es principalmente una enfermedad inflamatoria, una de sus características diagnósticas es la broncoconstricción mecánica, que es el nombre que recibe la contracción del músculo liso que rodea a las vías respiratorias, algo que puede llegar a provocar una dificultad respiratoria grave y una mayor producción de mucosidad.

Se cree que la activación inmune y la inflamación de las vías respiratorias potenciarían la broncoconstricción durante las crisis de asma, motivo por el que la terapia de referencia para las crisis asmáticas es el salbutamol, un broncodilatador de acción rápida pero corta, y los corticosteroides inhalados, que tratarían la inflamación subyacente.

Sin embargo, estos tratamientos no son siempre eficaces, y la comprensión sobre el mecanismo de las agudizaciones asmáticas sigue siendo incompleta, por lo que, gracias a estudios previos, los investigadores analizaron las causas subyacentes de la fisiopatología del asma.

De esta manera, usando modelos de ratón con asma y muestras de tejido pulmonar humano, Bagley y sus colegas descubrieron que la broncoconstricción provoca un hacinamiento patológico de células en el epitelio de las vías respiratorias, algo que desencadena un proceso llamado extrusión celular, que conduciría finalmente al daño del tejido de las vías respiratorias.

Este mecanismo provocaría inflamación y secreción de mucosidad tanto en ratones como en humanos, dando como resultado la ruptura de la barrera epitelial y favoreciendo nuevas crisis asmáticas.

El tratamiento con salbutamol y similares no previene el daño en el epitelio respiratorio ni su inflamación, pero los inhibidores que detienen la extrusión celular sí pueden contrarrestar el daño mecánico en las vías respiratorias.

Segú han explicado los investigadores, "estos hallazgos no solo establecen que la broncoconstricción es un estímulo proinflamatorio, sino que también apuntan hacia el potencial de nuevas vías de investigación para inhibir el círculo vicioso mecanoinflamatorio".

En este sentido, el Dr. José Gregorio Soto Campos, director de la Unidad de Gestión Clínica de Neumología y Alergia del Hospital de Jerez y profesor en la Universidad de Cádiz, ha explicado que "la capa epitelial de las vías respiratorias proporciona una primera línea de defensa frente a antígenos extraños y es fundamental para mantener la homeostasis del tejido", para añadir que "los defectos de la barrera se asocian con enfermedades crónicas de las vías respiratorias, como el asma", prosigue el especialista. El estudio establecería así el nuevo concepto de "exceso de extrusión celular" causado por las fuerzas mecánicas de la crisis asmática.

Además, según recuerda Soto, ya existe evidencia científica que sugiere que los daños en la capa epitelial no serían algo secundario de la enfermedad asmática, sino que podrían ser una causa de la misma, al tiempo que potenciarían las reagudizaciones, como demuestra este nuevo trabajo.

En el futuro, según los investigadores, estos resultados en modelos animales deberían trasladarse a pacientes humanos, comprobando así la eficacia de los inhibidores de la vía de la extrusión, al tiempo que han detallado que sería interesante definir biomarcadores futuros, ya que "podría ser útil en pacientes con exacerbaciones frecuentes".