Tres de cada cien españoles sufren alergia al veneno de las abejas y las avispas

Tres de cada cien españoles sufren alergia al veneno de las abejas y las avispas

Los profesionales de la Alergología han alertado del aumento generalizado de las reacciones al veneno de las abejas y las avispas durante el verano, sumándose al mensaje de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica... y es que uno de los riesgos que aumenta en verano es la reacción alérgica ante picaduras de insectos himenópteros (avispas y abejas).

Estos insectos pican más en los meses cálidos porque se hace más vida al aire libre y es también cuando avispas y abejas están más activos; y aunque la mortalidad se mantiene baja, el número de consultas por este tipo de alergia aumenta cada año hasta el punto de que el 3 % de la población española sufre reacciones alérgicas generalizadas por el veneno de avispas y abejas, mientras que la tasa de mortalidad anual se estima en el 0,08 por millón de habitantes.

El informe Alergológica muestra que la alergia a insectos himenópteros (avispas y abejas) fue el motivo de consulta del 2,5 % de los pacientes que acudieron al alergólogo en 2015, frente al 1,5 % recogido en informe de 2005 y el 0,7 % en 1992.

La consulta con el alergólogo después de haber sufrido una reacción alérgica por picadura es fundamental, pero una tercera parte de los pacientes no acude, lo cual es preocupante teniendo en cuenta que el 60 % de los pacientes que han sufrido una reacción alérgica generalizada (anafilaxia) por picadura de avispas o abejas sufrirán una reacción similar o más grave con la siguiente picadura.

Por este motivo, una persona que experimenta una reacción local importante, y sobre todo si sufre una reacción generalizada tras la picadura de uno de estos insectos, debe solicitar a su médico de cabecera que le remita a un servicio de alergia hospitalario para su evaluación, donde se le someterá a pruebas diagnósticas, y se le pautará tratamiento con inmunoterapia en caso de estar indicado.

Las reacciones suelen ser locales, con picor, enrojecimiento e inflamación circunscrita a la zona donde pica el insecto, pero cuando el área de inflamación es mayor de 10 centímetros de diámetro, se trata de una reacción alérgica que se considera patológica.

En algunos casos se producen lesiones en la piel a distancia del lugar de la picadura, dificultad para respirar, mareo o síntomas digestivos, lo que constituye una reacción alérgica generalizada grave o anafilaxia que debe ser atendida de forma urgente.

Los alergólogos han reiterado que la vacunación con veneno de himenópteros es probablemente la forma de inmunoterapia más eficaz para evitar este tipo de alergia.