Gusanos intestinales para curar la alergia...

Gusanos intestinales para curar la alergia...

A lo largo de nuestra vida nos exponemos a todo tipo de amenazas como virus, bacterias, toxinas, hongos, parásitos y nuestra supervivencia depende de aprender la respuesta adecuada en cada caso, siendo la exposición la única forma de aprender. En esta linea, se está investigando la posibilidad de que las infecciones por parásitos intestinales sean una parte imprescindible de este aprendizaje.

En un reciente estudio se ha comprobado que las moléculas de las plantas que causan las alergias son muy parecidas a las que producen los helmintos o gusanos intestinales, lo caul no es ninguna sorpresa, ya que los seres vivos están construidos con las mismas “piezas” moleculares, y hay genes comunes en todos los organismos.

En el pasado aprendimos a tolerar a estos parásitos, ya que una vez infectados, no teníamos forma de deshacernos de ellos, y en todos los procesos inflamatorios hay unas células del sistema inmune reguladoras que actúan para frenar la reacción cuando pasa la amenaza.

Lo que se ha observado es que los helmintos activan este sistema de regulación aplacando la respuesta del sistema inmune y frenando la inflamación. Además, interactúan con la flora intestinal, que también regula el sistema inmune, reduciendo la inflamación aún más.

Existen multitud de ensayos clínicos en marcha con resultados positivos en este sentido, pero como ocurre en el caso de las bacterias, aún no se sabe exactamente cómo funcionan.

En los últimos años ha habido un progreso significativo en el desarrollo de métodos de tratamiento para la alergia alimentaria y específicamente la alergia a los cacahuetes. Si bien la inmunoterapia oral con cacahuetes parece ser la más eficaz para desensibilizar a los pacientes, la inmunoterapia sublingual y quizás la inmunoterapia epicutánea se asocian con perfiles de seguridad más favorables.

Este desajuste particular implica la pérdida de especies del ecosistema del cuerpo humano, el bioma humano, muchas de las cuales tradicionalmente se han clasificado como parásitos, aunque algunas pueden ser comensales o incluso mutualistas.

Datos epidemiológicos, modelos animales en auge y ensayos clínicos indican que algunos helmintos como H. diminuta, H. polygyrus, S. mansoni, T. spiralis y T. suis, así como las moléculas derivadas de helmintos potencialmente inmunomoduladoras pueden prevenir y tratar enfermedades autoinmunes, proporcionándonos una perspectiva clínica próspera.