La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha señalado que los casos de anafilaxia en España continuan aumentando, al tiempo que ha advertido de que este tipo de reacción continúa "infradiagnosticada y mal gestionada" en el sistema sanitario, pese a los avances en el conocimiento de la enfermedad.
Según ha alertado la presidenta del Comité de Anafilaxia de la SEAIC, Victoria Cardona, coincidiendo con la Semana Mundial de la Alergia, "muchos pacientes en riesgo siguen sin diagnóstico, sin plan de prevención y sin acceso al tratamiento que podría salvarles la vida".
Según algunos estudios, la incidencia anual de anafilaxia en España se sitúa entre 3,2 y 30 casos por cada 100.000 habitantes, con una prevalencia de por vida de hasta el 2 % de la población. Este aumento se explica por el auge de las alergias alimentarias en niños, que es la principal causa en esta edad, y por el incremento en el uso de medicamentos en adultos, que suponen el desencadenante más frecuente en personas mayores.
A todo esto se suman las picaduras de insectos como tercera causa de anafilaxia. En este contexto, la SEAIC ha destacado que la reciente aprobación por parte de la Agencia del Medicamento Europea (EMA) de la adrenalina por vía intranasal supone un avance importante, junto con las investigaciones en marcha sobre otras vías de administración, como la sublingual o los dispositivos sin aguja.
No obstante, la SEAIC ha subrayado que el autoinyector de adrenalina intramuscular sigue siendo el tratamiento de referencia, y que todo paciente en riesgo debería disponer de dos dispositivos accesibles en todo momento. Además, en demasiados casos los médicos que atienden la reacción inicial no prescriben el tratamiento adecuado, que se retrasa hasta la intervención del alergólogo.
Según explican desde esta sociedad, el alergólogo es el especialista clave en el abordaje de la anafilaxia en todos los casos, apuntando que "es quien debe identificar el desencadenante -a menudo complejo-, valorar posibles reactividades cruzadas y diseñar un plan personalizado de prevención y actuación". Además, asegura que juega un papel esencial en la educación del paciente y su entorno, para que estén preparados ante una nueva reacción.
Desde la SEAIC subrayan la necesidad de reforzar la formación de médicos de familia y pediatras; incluir la Alergología como asignatura obligatoria en los estudios de Medicina y como rotación en la residencia, y facilitar el acceso a los autoinyectores de adrenalina, que deberían considerarse medicamentos de aportación reducida, como otros tratamientos esenciales en enfermedades crónicas.
Además, la organización considera fundamental mejorar la información pública, teniendo en cuenta que el problema es que la anafilaxia se sigue abordando en los medios de forma puntual y muchas veces alarmista, cuando es necesario un enfoque educativo y continuado que ayude a la población a entender su gravedad y cómo actuar.