La alergia al polen afecta más que antes, debido a los efectos del confinamiento

La alergia al polen afecta más que antes, debido a los efectos del confinamiento

Los síntomas de la alergia, el resfriado y la gripe común han sido, durante los meses de confinamiento, motivo de preocupación de contagio por coronavirus y, aunque cada año hay más alérgicos en el mundo, algunos expertos señalan que se ha incremendado más la ansiedad que ha provocado la pandemia que los propios síntomas de alergia durante la cuarentena.

Por otra parte, est año ha coincidido que los altos niveles de polen que se registran desde la segunda quincena de marzo hasta junio de gramíneas y olivos han agravado los síntomas de los alérgicos polínicos debido a un choque no gradual con las concentraciones de polen y la influencia de las lluvias; es decir, desde que se decretó el estado de alarma hasta la desescalada.

En este sentido, el doctor Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), ha destacado que "existe una relación directa entre las concentraciones de pólenes de gramíneas en la atmósfera con algunos factores climatológicos como la lluvia, la temperatura, la humedad y el viento. Las últimas, al favorecer el crecimiento de las gramíneas, han ocasionado una mayor presencia de los pólenes de estas junto con los del olivo en los meses de mayo y junio, coincidiendo con el desconfinamiento y las ganas de salir al campo y parques".

Por su parte, la doctora Gema García, jefa de Alergología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, ha explicado que "con el confinamiento, los polinices pensaban que iban a estar muy bien, pero lo que ha sucedido en la realidad es que la exposición brusca al polen ha generado mucha patología. Nueva en casos que no tenían antecedentes, más aguda en los que ya tenían y más complicada con la aparición de nuevos casos de Asma".

Según el Centro Europeo de la Fundación para la Investigación de las Alergias (ECARF), se estima que entre el 20 % y el 40 % de la población mundial tiene algún tipo de alergia y, para 2050, será la mitad de la población.

Según Moral, como consecuencia de la propagación del COVID-19, la interrupción en las labores de mantenimiento de parques y jardines por parte de los Ayuntamientos "ha ocasionando un aumento de las malas hierbas, que ha contribuido a aumentar los síntomas de los pacientes", y en este sentido, las zonas más afectadas han sido Madrid, Extremadura, Norte de Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León.

Por otra parte, los altos niveles de gramíneas, olivo y plantago han sido reportados por la Comunidad de Madrid en numerosas ocasiones durante el mes de mayo.

La doctora Gema García ha explicado por su parte que "en videoconsulta he atendido a pacientes andaluces con mucha sintomatología por olivo, además de los de la zona centro afectados sobre todo por gramíneas y este tipo de árbol. Además, ha llovido mucho, hay mucha vegetación y viento. El efecto brusquedad ha sido algo con lo que no contábamos".

En España, la alegia al polen cayó un 30 %, superando la media europea del 26 %, algo que no va a durar mucho tiempo, ya que "la disminución de la contaminación ambiental que se ha producido en los últimos meses a raíz de la pandemia por COVID-19, debido a la restricción en la movilidad de vehículos y a la reducción de la actividad industrial, debería mantenerse durante un periodo de tiempo más largo para poder apreciar su influencia en la reducción cuantitativa y cualitativa sobre las alergias por pólenes", ha explicado Moral.

Esta misma tesis es apoyada por los autores del estudio publicado por Nature Climate Change, que prevén que, según el histórico, en época de crisis a la disminución moderada (como el 4 % o 7 % esperado para finales de 2020) le sigue con un repunte incluso por encima de la media.

En otro orden de cosas, para los alérgicos al polen lo "bueno" que ha traído la pandemia ha sido la ruptura con el estigma social de llevar mascarillas por la calle. "Ha tenido que llegar una pandemia en 2020, para que se haya normalizado utilizar mascarilla por las calles. Dicen que 'no hay mal que por bien no venga', y como consecuencia de la utilización de mascarillas para evitar el contagio por el coronavirus, los alérgicos esta primavera van a presentar menos síntomas al disminuir la exposición", ha explicado Moral.

Sin embargo, la doctora García insiste en que el efecto de bruquedad de la exposición al polen al salir por primera vez de casa tras el confinamiento, era algo con lo que no se contaba en un principio, y que está afectando a los síntomas de la misma.

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