9 de cada 10 casos de dermatitis de contacto ocupacional se produce por las manos

9 de cada 10 casos de dermatitis de contacto ocupacional se produce por las manos

Entre el 80 y el 90 % de los casos de dermatitis de contacto ocupacional se manifiesta a través de las manos, según el doctor José Luis García-Abujeta, miembro del comité de Alergia Cutánea de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), quien advierte de que, entre las causas más frecuentes, "se encuentra la sensibilización al níquel, debido al uso de bisutería y otros materiales metálicos (monedas, llaves, herramientas...) que en su confección pueden contenerlo".

En ocasiones algunos productos cosméticos también pueden incluir este componente. De hecho, en los últimos años, y debido a la aparición de nuevas profesiones, se están incrementando los casos de dermatitis de contacto y están surgiendo nuevos materiales que propician el desarrollo de este tipo de alergia, como algunos desinfectantes, las isotiazolinonas, presentes en productos de higiene personal, en pinturas al agua y en otros materiales ocupacionales.

La dermatitis alérgica de contacto es una enfermedad común que se manifiesta a través de una reacción inflamatoria de la piel como consecuencia del contacto de una sustancia alergénica sobre la superficie cutánea. Diversos estudios han registrado que esta patología tiene una gran incidencia en España y en Europa, contabilizándose entre 11 y 86 casos por cada 100.000 trabajadores.

A pesar de ser tan frecuente, este tipo de alergia está totalmente subestimada e infravalorada, ha explicado el experto. Hasta ahora, los profesionales que tenían mayor riesgo de sufrir esta patología eran los agricultores, los carpinteros, los trabajadores de la construcción, los manipuladores de alimentos, los peluqueros, los cocineros y pasteleros, los pintores, los veterinarios, los profesionales sanitarios, los protésicos dentales, los mecánicos, los zapateros, los ceramistas, los farmacéuticos, los metalúrgicos y aquellas personas que trabajaban en la industria química.

Sin embargo, con la incorporación de nuevas profesiones, el listado de empleados que se ven afectados por los materiales que incluyen sus herramientas de trabajo ha aumentado. Esteticistas dedicadas a las uñas artificiales, trabajadores de instalación y reparación de los modernos molinos de energía eólica, trabajadores manejando imprentas 3D, bailarinas de 'pool dance', músicos, deportistas e incluso los conductores de automóviles privados están viendo cómo la dermatitis de contacto les pasa factura a causa de su profesión.

La dermatitis de contacto está en constante evolución debido a nuevas fuentes de contacto, a alérgenos conocidos que se utilizan en nuevos productos y a la aparición de otros nuevos, lo que conlleva un esfuerzo constante para detectarla, realizar un diagnóstico correcto y dirigir la evitación de forma adecuada.

Para detectar qué pacientes sufren dermatitis de contacto se realiza un estudio con pruebas epicutáneas, también llamadas "pruebas de parches", cuyo diagnóstico consiste en la colocación de unos parches en la espalda con los diferentes alérgenos que se pretende estudiar o grupos de sustancias y que el especialista selecciona según cada caso para comprobar en los siguientes días la respuesta de la piel en contacto con dichos materiales. Dichas pruebas evolucionan a medida que aparecen alergias a nuevas sustancias, los profesionales sanitarios pueden actualizar el diagnóstico en función del contexto actual.

El tratamiento para paliar este tipo de dermatitis se realiza con cremas o ungüentos corticosteroides, terapias emolientes básicas, fototerapia, a veces medicamentos orales  y medidas preventivas.

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