Una madre denuncia que su hijo alérgico al huevo corre peligro por las actividades educativas de su colegio

Una madre denuncia que su hijo alérgico al huevo corre peligro por las actividades educativas de su colegio

Una actividad educatriva denominada Proyecto Pollito ha provovado diversos problemas en un colegio de Badajoz. El caso es que en una clase de primero de Infantil del Colegio Juan Vázquez, han dedicado este trimestre al estudio del huevo desarrollando actividades relacionadas con este alimento, sin contar con que uno de los escolares tiene una alergia grave a este alimento.

Aroa Serrano, la madre del niño, asegura que el centro escolar no ha tomado suficientes precauciones y que su hijo ha sufrido varios episodios alérgicos en clase. «La alergia de mi hijo puede ser mortal y hacen la fiesta del huevo», resume.

El colegio y la Consejería de Educación, sin embargo, garantizan que se ha seguido el protocolo y que el menor no corre peligro. La madre del pequeño, que comenzó en el colegio el pasado mes de septiembre, asegura que indicó en la matrícula que tenía alergias y que posteriormente entregó un informe y la adrenalina a la tutora de su hijo. Reconoce que en esos primeros informes no aparecían todas las alergias del pequeño, ya que se le han ido diagnosticando más a lo largo del curso. Pero insiste en que, de inicio, ya advirtió que una de ellas era al huevo.

También saben que reacciona ante los gatos, los perros, el olivo, los frutos secos y las lentejas. El primer susto llegó el 2 de octubre. «Fui a recoger al niño y según salía de clase se me desvaneció en los brazos. La profesora me dijo que había estado llorando toda la mañana y que había dormido 45 minutos», recuerda Aroa, que no entiende por qué no la llamaron o pidieron ayuda médica cuando conocían el problema de su hijo.

La madre lo llevó al centro de salud, donde movilizaron una ambulancia y trasladaron al niño al hospital. Estuvo ingresado dos días con un diagnóstico de crisis de broncoespasmo e hipoxemia, y los análisis posteriores determinaron que podría haber sido por la presencia de un gato en el patio del colegio, según indica su madre.

«Me dijeron que iban a tener más cuidado y que no saldría al patio, pero mi madre se lo encontró otro día en el patio», se lamenta Serrano. En enero comenzó el segundo trimestre y el conflicto subió de nivel. «Un día mi hijo sale con un papel y me cuesta creerlo», recuerda esta madre. El escrito dice: «Papá y mamá. En el cole estamos trabajando el tema de los pollitos y queremos llevar a la clase huevos de distintos tipos: gallina, pipina, codorniz, emú, avestruz, pájaros...».

Aroa decidió entonces acudir a la inspección de Educación y presentar una carta. «Me llamaron y me dijeron que el niño no corría ningún riesgo. Lo mismo me dijo la directora», recuerda. «En ningún momento he pedido que no hagan el proyecto, pero podrían adaptarlo. Mirar vídeos. Hacerlo de otra forma. Son niños de 3 años con huevos en clase. Puede pasar cualquier cosa», ha afirmado, para recorda que «mi hijo no puede tener contacto, ni inhalar ni comer huevo. No se puede cocinar ni delante de él. En casa no lo hacemos y para salir a comer fuera solo podemos estar en terraza porque si hierven algo en interior le puede dar la alergia y es que se muere».

Esta madre tiene un informe de su pediatra que ratifica la gravedad de la alergia. El informe dice: «Niño de 3 años con alergias alimentarias, entre ellas al huevo, produciéndose síntomas que pueden llegar a ser graves e incluso anafilaxia. No puede tener contacto con huevo crudo ni frito ni cocido en ningún momento. Puede tener reacción por ingestión, inhalación o contacto. Se emite este informe a petición de la madre para ser tenido en cuenta por el colegio».

La afectada asegura que llevó esta documentación al centro, pero nada cambió, es más, el pequeño ha tenido al menos tres nuevas reacciones en los últimos meses. El colmo para la familia llegó con otro papel que anunciaba un desayuno especial de fin de proyecto este jueves. Cada alumno debía llevar una merienda hecha con huevo. Eso sí, debían transportarlo en un recipiente hermético. Aroa Serrano volvió a protestar por«la fiesta del huevo».

Sin embargo, «hicieron una reunión con todas las madres y concluyeron que no iban a dejar de hacer una actividad por un niño. Que sacarían a mi hijo de clase cuando abriesen los taper y luego limpiarían todo, pero yo no puedo arriesgarme. No voy a poner en riesgo a mi hijo y no lo he llevado a clase», explicaba esta madre cuyo mayor alivio es que el desayuno es el final de un proyecto que le ha dado muchos dolores de cabeza.

La directora del centro escolar, Marisol Muñoz, ha asegurado que han seguido el protocolo de salud de forma estricta. «Nos pusimos en contacto con el referente de salud del colegio y nos dijo que el niño tenía alergia a la clara de huevo y siempre que estuviese abierto. La exposición de huevos la llevamos a otra clase para mayor seguridad, por si se rompía y el desayuno se planteó con recipientes cerrados, le ofrecimos sacar al niño y luego limpiar las mesas y las manos a sus compañeros», ha relatado.

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