Los parabenos de los cosméticos apenas causan alergias

Los parabenos de los cosméticos apenas causan alergias

Apenas un 1 % de los pacientes bajo sospecha de sufrir dermatitis de contacto a partir del uso de cosméticos da positivo en las pruebas, lo que demuestra que los parabenos de los cosméticos apenas causan alergias.

El caso es que cada vez más productos cosméticos destacan en sus anuncios la ausencia en sus fórmulas de parabenos, un conservante, como un reclamo más para garantizar la tolerancia de la piel a cremas y lociones. Sin embargo, un reciente estudio elaborado por el Hospital del Vinalopó y el de la Marina Baixa concluye que existe una baja prevalencia en alergia a parabenos.

Los datos del informe, elaborado con la conocida como «técnica del parche» han revelado que, entre los 3.150 pacientes estudiados con clínica de sospecha de dermatitis de contacto, tan solo el 0.86 % presentaron una prueba positiva a los parabenos.

Esta investigación ha sido recientemente premiada como mejor comunicación oral por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), en el marco del Simposio Internacional sobre Avances y Perspectivas en Alergia Cutánea e Inmunología.

Los parabenos son utilizados desde principios del siglo XX en cosméticos, medicamentos y algunos alimentos para evitar su contaminación. Están considerados como sustancias químicas seguras, baratas y capaces de eliminar tanto bacterias, como hongos y levaduras.

En los últimos años se ha desencadenado una campaña contra estos a través de estudios en los que no han podido confirmarse de forma científica que existan alteraciones endocrinas, carcinogenicidad, riesgo de exposición en niños, alteraciones en fertilidad y emocionales. Por este motivo, las empresas cosméticas han valorado su eliminación en sus productos, llegando a destacar en su publicidad su ausencia.

Según los especialistas, en los últimos años ha aumentado los casos de alergia a otros conservantes más novedosos, más caros y con mayor potencial de producir reacciones eccematosas como son las isotiazolinonas o el metildibromo gultaronitrilo con frecuencias altas de sensibilización, que han llegado hasta un 20 % de los pacientes estudiados en algunos casos.

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