Cuando se padece alergia a las fresas...

Cuando se padece alergia a las fresas...

Las fresas se pueden ofrecer a los niños desde los 6 meses de vida como parte de los alimentos nuevos que los toman durante la alimentación complementaria, siendo ideales para añadirlas a una papilla de frutas o para tomarlas directamente a bocados.

 

Esta fruta es uno de los alimentos con más vitamina C que podemos encontrar en el mercado, al mismo nivel que los cítricos, sin embargo, sigue teniendo mala prensa entre las familias, que piensan que un contacto temprano con este alimento puede desencadenar una alergia, por lo que muchos prefieren retrasar ese primer contacto hasta cerca del año de vida.

De esta manera, la realidad será distinta a la evidencia científica, hasta el punto de que un niño que en el futuro tendrá alergia a las fresas, es porque tiene una predisposición a esa alergia, lo que no va a cambiar por retrasar unos meses ese primer contacto. En ese caso, la recomendación ser´acudir al alergólogo, que impondrá el tratamiento más adecuado.

En este sentido, hay una afirmación muy clara recogida en el último documento sobre alimentación complementaria de la Asociación Española de Pediatría, en el que se eliminaron las famosas listas que hace años daban los pediatras en las que se indicaban mes a mes desde los 6 meses de vida qué es lo que podían ir tomando los niños.

Así las cosas, la recomendación actual es que los niños pueden comer casi todo, y también fresas, desde los 6 meses, aunque siempre habrá que dejar pasar 2-3 días entre alimentos nuevos por si se da la mala surte de que aparezca la mencionada alergia.

Por este motivo, los expertos en nutrición animan a utilizar las fresas ofreciéndolas a los niños de forma frecuente, ya que a pesar de lo que mucha gente piensa, las fresas no son una fruta que este cargada de pesticidas ni fitosanitarios.

Es cierto que al estar cultivadas cerca del suelo están en contacto más cercano a los productos que se utilizan para mejorar los cultivos y evitar plagas, ya que muchos de estos se utilizan añadiéndolos al suelo de cultivo, sin embargo, todas las fresas que llegan a los supermercados  cumplen la legislación vigente sobre seguridad alimentaria, lo que garantiza que no supongan un peligro para la salud, ya sea para un adulto o un niño.

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