Cuando los huevos producen alergias...

Cuando los huevos producen alergias...

Los huevos de gallina son una fuente de proteínas de calidad, además de aportar numerosas vitaminas, minerales y colesterol, aunque este último componente no parece elevarse en el cuerpo como lo hacen otros alimentos con contenidos en grasas trans y grasas saturadas.

Aunque algunos estudios han asociado el consumo de huevos con enfermedades cardíacas, hay muchos otros factores dietéticos que acompañan su ingesta, como el conjunto de alimentos que se comen junto con los huevos, como suelen ser el bacon y las carnes grasas procesadas; o la forma de preparación culinaria, que puede favorecer más el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca que los propios huevos.

Por estos motivos, este alimento no puede ser valorado de forma aislada y solo puede hacerse por su contenido en colesterol, como responsable del incremento del colesterol sanguíneo y del riesgo de enfermedad.

Hasta la fecha, la recomendación dietética limita en lo posible el colesterol dietético, con el objetivo de mantener la ingesta por debajo de 300 miligramos al día, teniendo en cuenta que un huevo grande tiene alrededor de 186 mg de colesterol, el cual se encuentra en la yema.

En cuanto a su carácter alérgeno, el alto contenido en proteínas de la clara del huevo hace que este componente desencadene la mayoría de las reacciones alérgicas.

Como es muy difícil separar la clara y la yema sin que se mezclen algo, lo habitual cuando se tiene alergia es recomendar que se eviten ambas partes; de manera que el consejo dietético para evitar la reacción alérgica limita al máximo el consumo de huevo en cualquiera de sus formas y de los alimentos que tienen huevo entre sus ingredientes.

Para evitar que el huevo te de alergia, es útil reconocer en la etiqueta de los productos alimentarios, los distintos nombres que indica la presencia de huevo. En este sentido, en los listados de ingredientes habrá que evitar las palabras con prefijo ovo, (ovoalbúmina, ovomucina, u ovotransferrina). Otros nombres que sugieren la presencia de huevo son albúmina, conalbúmina, globulina, livetin, lisozima, silico-albuminado y vitellin.

Entre los alimentos que contienen frecuentemente huevo, destacan los horneados (pan y mezclas listas para hornear), los rebozados y fritos, y los postres rellenos de crema (natillas, flan, merengues, pudines y helados).

Como posibles fuentes de huevos, podemos encontrar: pastas frescas o secas, mezclas de pescado (surimis), preparados comerciales para sopas y caldos, productos cárnicos para relleno de empanadillas, pasteles salados, pizzas y albóndigas, aliños cremosos para ensaladas (mayonesa), bebidas alcohólicas en crema, turrones, dulces de mazapán, glaseados, coberturas de espuma y leche para café instantáneo o mezclas de cerveza artesana y malta.

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