¿Qué alimentos debes evitar si eres alérgico al polen...?

¿Qué alimentos debes evitar si eres alérgico al polen...?

Ya sea polen de árboles, gramíneas o maleza, esta pequeña partícula puede llegar a provocarnos problemas, no sólo por la respuesta directa que despierta en caso de alergia, sino por su intrincada y compleja relación con ciertos alimentos.

 

La alergia es una respuesta de nuestro sistema inmunológico que identifica como cuerpo extraño a una sustancia del entorno. En el caso de la alergia primaveral la respuesta de hipersensibilidad responde al polen, al césped, al moho, todos aquellos componentes que se multiplican con la llegada de la primavera.

El polen del olivo o el platanero, así como el de las gramíneas, son de los mayores causantes de la alergia primaveral. Los síntomas incluyen estornudos, tos, picor y congestión nasal, así como conjuntivitis.

Para prevenir los síntomas, hoy en día existen herramientas como la página web de la Sociedad Española de alergología e Inmunología Clínica (SEIAC) que muestran la información actualizada de los niveles de polen en España, algo que puede ayudarnos a evitar los momentos de mayor concentración de polen.

Algunas personas tienen una mayor predisposición genética que otras, y al tiempo, toda respuesta alérgica sucede después de haber vivido una fase previa de exposición al alérgeno, lo que quiere decir que antes de que nuestro sistema inmunológico dé como respuesta la inflamación o el picor, previamente, casi siempre durante la infancia, nuestro organismo tuvo un primer contacto con el alérgeno, momento en el que nuestro sistema inmunológico lo reconoció y clasificó como cuerpo extraño.

Esto implica que las personas con predisposición a padecer alergia primaveral tendrán más probabilidades de desarrollarla si viven rodeados de los principales alérgenos como el polen de los árboles. En cambio, una persona con predisposición podría llegar a la edad adulta sin tener esa respuesta alérgica si nunca ha pasado un verano entero jugando entre olivos o, si directamente este tipo de árbol no crece en su zona.

Por otra parte, el mecanismo de la alergia primaveral, y más concretamente de la alergia al polen de árboles y gramíneas, tiene una estrecha relación con nuestra alimentación, llegando a prescribirse el síndrome polen-alimento (SPA), que se refiere a la reacción alérgica a ciertas frutas, vegetales y/o frutos secos, a causa de una alergia previa al polen.

Esto, sucede porque ciertas proteínas presentes en frutas y vegetales son homólogas a las proteínas del polen, y al entrar en contacto con esas proteínas, el organismo se confunde y reacciona ante ellas como si se tratase del mismo polen. Como consecuencia si somos alérgicos al polen, es posible que presentemos hipersensibilidad a ciertos frutos y vegetales.

Un trabajo del Servicio de Alergia e Inmunología Clínica de México llevó a cabo una revisión mostrando cuáles eran las principales proteínas implicadas y como interactuaban entre ellas; y los tres grupos principales de proteínas envueltas en este proceso son: profilinas, proteínas de defensa y proteínas transportadoras de lípidos.

Las profilinas están presentes en el polen de gramíneas como la artemisia y tienen cientos de homólogos entre frutas y hortalizas. Solo por nombrar algunos: pera, manzana, melocotón, plátano, piña o melón, entre las frutas carnosas; aunque también están presentes en apio, pepino, calabaza, y en frutos secos como nueces y avellanas.

Las proteínas de defensa suelen ser las menos problemáticas, porque es un tipo de proteína que se desintegra a altas temperaturas, motivo por el que si cocinamos los alimentos que las contienen, la probabilidad de mostrar una reacción alérgica, disminuye.

Este tipo de proteína de defensa está presente en muchas frutas como fresas, cerezas o kiwi, hortalizas como las zanahorias, y legumbres como la soja o el cacahuete.

El síndrome polen-alimento más común derivado de este grupo es el del polen del abedul y alergia a la manzana, ya que la manzana cuenta con una proteína muy similar a la del polen de abedul.

En cuanto al tercer grupo de proteínas, son el menos abundante, y está relacionado con la tan extendida alergia a la piel del melocotón y a la piel de la manzana, y aunque se cocinasen, de ingerirlos continuarían provocando la reacción alérgica a las personas sensibilizadas a este tipo de proteína.

En el mundo vegetal, estas proteínas están presentes en el polen de árboles como el olivo y gramíneas como la artemisa o la ambrosia.

De esta manera, las personas con alergia a algunos de estos tipos de polen deben guardar especial precaución con la piel del melocotón y la manzana, ya que la incidencia de este síndrome es mucho más común de lo que pensamos y está extendida entre niños y adultos.

Los datos exactos son difíciles de estimar por la gran variabilidad de respuesta alérgica entre regiones del mundo y las diferentes combinaciones posibles de alergia entre polen-alimento, ya que no todos los tipos de polen son homólogos a los mismos tipos de frutas y vegetales. En cualquier caso, es un especialista quién deberá guiarbos sobre nuestro caso particular.

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