Unas uñas cuidadas pueden marcar la diferencia en un look, tratándose de un pequeño detalle que parece que en el conjunto del estilismo nadie va a apreciar; sin embargo, los expertos defienden que el movimiento de unas manos adornadas por una manicura bien realizada es cautivador. El problema llega cuando se padece alergia este tipo de prótesis...
Existen varias técnicas para tener tus uñas a punto, y aunque el esmaltado en casa para algunas mujeres resulta un momento de relax y autocuidado, es una técnica que no perdura en el tiempo y que obliga a buscar otras soluciones cuando se quiere conseguir ese objetivo. En ese punto, unas uñas acrílicas, resistentes y duraderas, se posicionan como una estupenda opción, aunque también cuentan con sus contras.
El proceso pasa por aplicar una pasta moldeable sobre la uña para crear la forma deseada e, incluso, arreglar una uña rota. Para formar este material, los profesionales trabajan con un polvo (polímero) y un líquido (monómero) que, al unirse, forman una crema de la consistencia de un glaseado, que al ponerlo sobre la uña, se adhiere a la placa natural y se endurece.
El problema suele producirse debido a los componentes de esta fórmula, y concretamente, en el metacrilato que se halla en ella, ya que este componente puede provocar alergias e irritaciones sobre la piel de algunas personas.
A todo esto que hay que añadir que, por definición, las uñas quedan más finas, débiles y quebradizas cuando se practica esta técnica, ya que previamente se lima la placa natural.
La buena praxis del técnico tiene un papel importante a la hora de prevenir las alergias e irritaciones, ya que un paso común cuando acudimos al salón es que nos recorten las cutículas.
El caso es que, a pesar de la oposición de los dermatólogos, en muchos salones de estética se sigue realizando esta práctica para que el resultado del esmaltado quede más pulido. Sin embargo, los expertos afirman que esta pequeña porción de piel tiene la función de proteger la uña y la piel que la rodea de infecciones.
De esta manera, si respetamos la cutícula, el riesgo de alergias y reacciones de la piel será menor.
En el caso de que la cutícula sea muy grande y realmente impida un resultado óptimo en la manicura, se puede llevar cuidadosamente hacia atrás con un empujador de cutículas.
Otra opción es usar un producto derretidor, que no es sino un líquido que se aplica en las uñas y que, tras dos minutos, se derrite suavemente la piel. Después se debe aplicar un aceite o crema hidratante para nutrirlas.
En cualquier csao, si tras una puesta de uñas acrílicas se nota picor, escozor o alguna anomalía en la piel circundante a las uñas, lo más responsable es pedir cita en el salón para realizar la retirada del producto lo antes posible. Por otro lado, también será importante agendar una cita con el dermatólogo, con el objetivo de que este analice qué es lo que ha podido ocurrir.