El calor afecta a la calidad del aire que respiramos en el hogar

El calor afecta a la calidad del aire que respiramos en el hogar

El verano se ha adelantado este año, con temperaturas de hasta 37 grados en algunas zonas de la península en Mayo y Junio y parece que va a continuar en esta línea lo que queda de junio, lo que sumado a las altas concentraciones de polen, supone un revés para nuestra salud respiratoria, ya que se multiplican los agentes contaminantes que respiramos tanto fuera como dentro de casa.

 

Algunas investigaciones señalan que las olas de calor aumentan directamente los niveles de partículas, dióxido de nitrógeno y ozono troposférico presentes en el aire, y si estas se combinan con humedad, las altas temperaturas propician la liberación de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV), como es el formaldehído, un gas nocivo presente en muebles, colchones y paredes dentro del hogar.

Las concentraciones de formaldehído en interiores son, en promedio, 20 veces más altas en verano que en invierno, dependiendo de la temperatura interior y las condiciones de humedad. El calor también facilita que estos compuestos reaccionen entre sí.

Cuando la luz solar reacciona con los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles del aire se genera una niebla fotoquímica llamada ozono troposférico potencialmente nociva.

El reducido tamaño de los COV, el ozono troposférico y las partículas en suspensión de diámetro inferior a las 10 micras son capaces de penetrar profundamente en el aparato respiratorio y depositarse en los alveolos pulmonares, pudiendo llegar incluso al torrente sanguíneo, provocando también una aumento del estrés oxidativo, proinflamatorio y protrombótico.

Estudios recientes ha demostrado que la exposición a contaminantes ambientales de interior, como niveles elevados de monóxido de carbono, dióxido de carbono, o formaldehído, puede reducir la duración y la calidad del sueño, así como favorecer los trastornos respiratorios relacionados con el sueño, ya que las pequeñas partículas pueden depositarse en las vías respiratorias, provocando irritación y síntomas respiratorios.

Por término medio, pasamos 25 años de nuestra vida durmiendo dentro de una habitación, por lo que el impacto de los contaminantes no debe nunca descuidarse en nuestro lugar de descanso.

Los contaminantes pueden acumularse cuando ventilamos o cuando salimos a la calle y traemos partículas adheridas a nuestra ropa o al pelo de nuestras mascotas. Esto, unido a las múltiples fuentes contaminantes dentro del hogar, cuyo ejemplo más representativo son los COV que emanan los perfumes, aerosoles, productos de limpieza o el formaldehído presente en muebles, colchones, y alfombras, supone que no podemos protegernos de la mala calidad del aire refugiándonos en el hogar cuando el calor aprieta.

Es entonces cuando los purificadores se convierten en nuestros principales aliados, y lo hacen fundamentalmente por cuatro motivos:

  • Calidad óptima del aire independientemente del clima

Los purificadores se encuentran específicamente diseñados para mantener una calidad del aire óptima dentro de casa, sean cuales sean las condiciones climatológicas en el exterior, convirtiéndose en una apuesta saludable ante cualquier tipo de climatología adversa.

  • Sueño reparador

Estudios recientes han demostrado que la exposición a contaminantes ambientales de interior, como por ejemplo niveles elevados de monóxido de carbono, dióxido de carbono, o formaldehído, puede reducir la duración y la calidad del sueño, así como favorecer los trastornos respiratorios relacionados con el sueño, ya que las pequeñas partículas pueden depositarse en las vías respiratorias, provocando irritación y síntomas respiratorios.

  • Alergias

Estos dispositivos limpian el ambiente de polen y favorecen la mejoría en personas con alergia y asma, y son de gran ayuda a la hora de aliviar la sintomatología del asma y las alergias primaverales.

  • Ventilación

Son buenos aliados para aquellas estancias que no disponen de un sistema de ventilación adecuado, generando un aire más limpio y puro. La ventilación, por otro lado, alivia las altas temperaturas, que también suponen un factor de estrés ambiental.

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