Los purificadores de aire se han convertido, por derecho ropio, en una herramienta de mejora de la salud de las personas que sufren alergias ambientales. Sin embargo, bajo la misma denominación de “purificadores” encontramos un conjunto de aparatos cuyas funciones son distintas y, por lo tanto, sus beneficios dispares.
Estos pueden ser ionizadores, que emiten iones negativos que hacen perder flotabilidad a las partículas en suspensión, sin eliminarlas; aparatos que calientan el aire hasta temperaturas altas, que utilizan rayos ultravioletas y que se suponen eficaces en la eliminación de algunas bacterias y virus; y aquellos otros aparatos que utilizan filtros, o sistemas de filtrado, que eliminan eficazmente las partículas en suspensión, entre ellas las alérgenas.
La denominación de “purificador de aire” se atribuye a aquellos productos capaces de eliminar las partículas en suspensión presentes en el aire, tanto las alérgenas como las debidas a la contaminación o polución ambientales, incluyendo las partículas PM2,5 y PM10 y otros conocidos contaminantes.
Se trata de purificadores de aire que incorporan filtros de alta eficacia, o filtros HEPA (por sus siglas en inglés), para la eliminación completa de partículas nocivas para la salud, incluidas la práctica totalidad de las partículas inferiores a 1 micra, que por su reducido tamaño tienen la capacidad de penetrar hasta los alveolos, las vías respiratorias más delgadas.
Estos purificadores de aire para alergias incorporan además filtros de carbón activo para la eliminación de olores -muy útiles, por ejemplo, para evitar molestias derivadas del tabaco o para su uso en cocinas- que permiten respirar un aire fresco sin utilizar emisiones de ozono, y algunos de ellos son, a su vez, purificadores e ionizadores, combinación particularmente eficaz y agradable para conseguir un aire limpio y fresco en el hogar.
Así pues, un purificador de aire con un sistema eficaz de filtrado constituye una ayuda real en el tratamiento de alergias ambientales en el hogar u oficina, además de proporcionar, a medio y largo plazo, los beneficios de respirar un aire saludable allí donde más difícil suele ser encontrarlo: en el interior de edificios, en particular en ámbitos urbanos.