Cuando el bebé tiene alergia a la leche materna...

Cuando el bebé tiene alergia a la leche materna...

La alergia de los bebés a la leche materna no es muy común, motivo por el que es frecuente no caer en la cuenta del problema, sobre todo, porque en realidad, lo que ocurre es que a través del pecho se transmiten al bebé proteínas de algún alimento que ingiere la madre y al que el bebé es alérgico.

 

Según Carmen Diéguez, presidenta del Comité de Alergia a los Alimentos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seiac), que se produzca una reacción cuando un bebé que amamanta tiene alergia es poco común, y «de hecho, cuando se hace un diagnóstico de rutina, no se les indica a las madres que lo eliminen de su dieta o que dejen de amamantar».

Según la especialista, «estas restricciones se dejan para casos especiales, cuando se observa que el niño al tomar el pecho se muestra irritado, presenta reacciones dermatológicas o se retuerce como si tuviera dolor», para añadir que «hay un cierto componente genético. El rasgo mayor que indica esta predisposición es la aparición de una dermatitis atópica».

El caso de la leche es más problemático, puesto que es el único alimento que se ingiere durante los primeros meses de vida, por lo que es estos casos es preciso abandonar la idea de darle el pecho y empezar a alimentar al bebé con biberón y leche hidrolizada, una fórmula específica para estaos situaciones que presenta las proteínas divididas y que subvenciona la Seguridad Social. E

Es importante señalar que no es lo mismo padecer una alergia a la proteína animal de la leche, que una intolerancia a la lactosa, ya que esta última es una azúcar de la leche, y no una proteína.

En este sentido, según ha detallado Diéguez, «hay grupos de población que genéticamente no están preparadas para seguir consumiendo leche llegados a cierta edad y pierden la capacidad de digerir ese azúcar. Si la consumen presentan los síntomas típicos de la intolerancia.».

Así las cosas, es importante no confundir alergia con intolerancia, ya que la primera es una respuesta inmunológica y reacciona a las proteínas, de manera que si una persona tiene anticuerpos a ese alimento y lo consume, al cabo de una o dos horas, o incluso antes, su piel empezará a presentar ronchas o rojeces que pican, un cuadro que puede complicarse con vómitos, diarreas y dolor de tripa. Además, en los casos más graves, pueden aparecer problemas respiratorios, con dificultad para tragar, y en situaciones extremas, este escenario puede desembocar en anafilaxia.

Por otra parte, el mecanismo de las intolerancias es distinto, y en estos casos, nada más comer, aparece inflamación del vientre, urgencia de evacuación o vómitos, e incluso puede haber complicaciones crónicas a largo plazo si no se evita el alimento en cuestión, aunque nunca llega a producirse un desenlace fatal.

Organizaciones