Un 25 % de la población española padece algún tipo de alergia respiratoria, principalmente rinitis y asma, mientras que el número de personas con algún tipo de alergia ha aumentado en todo el mundo, sobre todo en los países industrializados, hasta el punto de que se estima que en 2050, la mitad de la población mundial será alérgica.
Las alergias repercuten en la calidad de vida de las personas que las sufren, afectan al rendimiento laboral y escolar, y tienen un componente genético y ambiental importante; y en España, las más comunes se dan frente a los alérgenos como pólenes, ácaros, hongos de la humedad y epitelios de los animales.
Según ha informado el jefe de la Sección de Alergia del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona y director del Centro Roger de Asma y Alergia de Barcelona, Albert Roger, «la alergia no es una enfermedad hereditaria como tal, sino que tiene este doble componente (genético y ambiental), si los padres son alérgicos los hijos tienen más posibilidad de serlo, pero puedes padecer alguna alergia sin tener ningún antecedente».
En los últimos años se ha observado un cambio en el patrón del paciente alérgico, antes lo eran solo a una fuente alergénica, pero ahora hay un gran número de ellos polisensibilizados, lo que significa que sufren sensibilidad a distintos alérgenos, situación que complica mucho el caso clínico.
Las pruebas de alergia pueden hacerse a cualquier edad y conviene no esperar cuando haya alguna sospecha, ya que se puede complicar su caso, transformándose en asma lo que comenzó con una rinitis o con la aparición de nuevas sensibilizaciones, lo que se conoce como la marcha alérgica. De esta manera, cuanto antes se intervenga, antes se dará un diagnóstico más preciso.
Para un correcto tratamiento, Roger ha destacado la importancia de conocer exactamente a qué se tiene alergia, es decir, un diagnóstico de precisión realizado por un alergólogo, ya que en los últimos años, gracias al diagnóstico molecular, que va más allá de las tradicionales pruebas cutáneas, se puede definir cuál es la alergia predominante.
Para Roger, «la importancia de este tipo de diagnóstico radica en que permite concretar el alérgeno principal causante del problema y consecuentemente podremos hacer un tratamiento con una vacuna personalizada para cada paciente en función de su estudio».
Según ha insistido Roger, la inmunoterapia con alérgenos es el único tratamiento etiológico de la alergia respiratoria reconocido por la OMS, y es el único que trata las causas que provocan la alergia y evita el empeoramiento de los síntomas y la aparición de nuevas sensibilizaciones. Además, la inmunoterapia con alérgenos es un tratamiento personalizado que se adapta a las necesidades del paciente y permite al médico alergólogo tratarle adecuadamente.
En España existen diferentes tipos de vacunas, fabricadas por laboratorios que cumplen los «más altos requisitos exigidos» por las autoridades sanitarias, con aval científico y con las que el paciente se beneficia así de un tratamiento adecuado a sus necesidades, que no están cubiertas por tratamientos sintomáticos u otros medicamentos de composición fija. «Respecto a los medicamentos meramente sintomáticos lo único que hacen es paliar el síntoma, pero no evitan que la enfermedad pueda empeorar», ha enfatizado Roger.