Los autoinyectores de adrenalina (AIA) deben que ser incluidos por parte del Ministerio de Sanidad entre los tratamientos de aportación reducida y garantizar que su suministro sea "estable y seguro", han exigido en un manifiesto miembros de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) y la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (AEPNAA).
Estas sociedades científicas han asegurado que es "imprescindible" por parte del Ministerio de Sanidad y de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), adoptar las medidas necesarias para garantizar un suministro seguro y estable de los autoinyectores de adrenalina (AIA), y a un precio razonable.
En los últimos tiempos, estos dispositivos se han visto afectados por problemas de desabastecimiento, motivo por el desde estas organizaciones defienden que "las dificultades en el acceso a estos dispositivos tienen un fuerte impacto psicológico en las familias, provocando angustia y ansiedad pues cualquier paciente que haya sufrido una anafilaxia debe llevar consigo un dispositivo con adrenalina para su inmediata inyección intramuscular en caso de una nueva reacción".
Pese a que los AIA son dispositivos seguros y fáciles de usar, en muchos casos los pacientes no saben cómo utilizarlos, motivo por el que eestas organizaciones han pedido que los afectados reciban formación para emplearlos de forma adecuada y ser capaces de identificar una anafilaxia, así como tener un plan de acción que puedan aplicar en caso de una nueva reacción.
Además, consideran que deberían recibir educación sobre las medidas generales para evitar los desencadenantes de las reacciones alérgicas.
Por otra parte, el shock anafiláctico está asociado con síntomas bruscos, de carácter grave, que provocan una súbita caída de la tensión arterial. Así las cosas, puede ocurrir de forma inesperada, con frecuencia ante la ingesta de algún alimento que produce una reacción alérgica en niños. En este sentido, el manifiesto presentado por las sociedades científicas recomienda el uso de los AIA como tratamiento de primera línea de la anafilaxia fuera del ámbito sanitario, teniendo en cuenta que la demora en su administración puede llevar consigo una peor evolución y que no es necesario esperar a que el niño entre en choque anafiláctico para administrar la adrenalina.