Desarrollan un nuevo método científico para predecir las alergias de los bebés

Desarrollan un nuevo método científico para predecir las alergias de los bebés

Un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia Británica (UBC) ha plasmado la posibilidad de que al nacer, pudieran decir que el bebé debería no probar jamás determindo alimento porque le dará alergia, y esto nada más consumarse el parto.

 

Según un estudio publicado en la revista científica Cell Report Medicine, los investigadores demuestran que la composición de las primeras heces del bebé están asociadas a si el pequeño desarrollará o no alergias durante su primer año de vida, un importante espectro de tiempo que, gracias a esta investigación, podrá ser cubierta de forma tranquilizadora para padres, madres y bebés.

La clave de esta «predicción» está en el meconio, una sustancia viscosa y espesa de color verde oscuro que está compuesta por células muertas y secreciones del estómago e hígado, que reviste el intestino del recién nacido, y se puede observar, en pocas ocasiones, tras romper aguas, en el líquido amniótico, o siendo expulsado por el bebé, mayoritariamente, en sus primeras deposiciones.

Es en esta sustancia, y gracias a la información que facilita, donde está la clave del estudio. Según ha señalado el coautor principal del estudio, el Dtor. Brett Finlay, profesor en los laboratorios Michael Smith y en los departamentos de bioquímica y biología molecular, y microbiología e inmunología en la UBC, «nuestro análisis reveló que los recién nacidos que desarrollaron sensibilización alérgica al año de edad tenían significativamente menos meconio al nacer, en comparación con aquellos que no desarrollaron sensibilización alérgica».

Así las cosas, se podría definir a ese meconio como una cápsula del tiempo, que revela a qué sustancias y situaciones estuvo expuesto el bebé antes de nacer. En este sentido, la autora principal del estudio, la Dtra. Charisse Petersen, investigadora asociada en el departamento de pediatría de la UBC, ha explicado que«contiene todo tipo de moléculas encontradas y acumuladas por la madre mientras el pequeño estaba en el útero. Después se convierte en la fuente de alimento inicial para los primeros microbios intestinales».

Es la existencia, o más bien la inexistencia, de un número sustancial de moléculas en el meconio lo que hace aumentar el riesgo de que el niño desarrolle alergias en el primer año de vida. Esta reducción de moléculas también se demuestra fundamental para el correcto desarrollo del microbiota, un enorme y fundamental ecosistema de microbios intestinales.

Hasta ahora se pensaba que el desarrollo de ésta no comenzaba dentro del útero materno, pero el reciente estudio publicado demuestra que «un sistema inmunológico y un microbiota saludables puede comenzar mucho antes de que nazca el bebé e indica que las pequeñas moléculas a las que está expuesto en el útero juegan un papel fundamental en la salud futura», según palabras del Dtor. Petersen.

Además de confirmar que es en ese meconio donde está la fuente de sabiduría para saber el futuro alérgico, a corto plazo, del recién nacido, deben tratarse los datos de manera correcta para poder aprovechar la ventaja de esa predicción.

Para confirmar que el estudio está en lo cierto, y sirviéndose de la inteligencia artificial, se programó en la Columbia Británica un algoritmo combinando los datos de meconio microbios y demás clínica para predecir si los bebés del estudio padecerían o no alergias durante el primer año de vida. Con más de un 76 % de precisión el algoritmo fue capaz de determinar qué bebés padecerían de alergia, un dato fundamental que permitirá además frenar otras afecciones vinculadas a esas alergias.