La presidenta de la Sociedad Gallega de Alergología e Inmunología Clínica (SGAIC), la doctora María de los Ángeles Rico, ha desvelado que los pacientes alérgicos a la avispa asiática vacunados con extractos de avispas comunes “van a estar protegidos en la gran mayoría de los casos”.
Un trabajo publicado en la revista Plos One, demuestra la gran similitud de éstos con los componentes homólogos de otros himenópteros para los que existe tratamiento con inmunoterapia específica, más concretamente de los géneros ‘Vespa’ y ‘Vespula’. A partir de los datos del transcriptoma de ‘V. velutina’, los investigadores han podido extraerse las secuencias de proteínas relevantes, y han observado en la práctica clínica que, en algunos pacientes que están siendo tratados con la vacuna de la avispa común, por su alergia a ‘Vespa velutina’, la repicadura espontánea de la avispa asiática no produjo anafilaxia en estos pacientes”.
En la actualidad no existe una prueba ‘in vivo’ o ‘in vitro’ que, aplicada a la población general, determine qué individuos manifestarán alergia después de la picadura de un himenóptero, pero quienes ya han sufrido una reacción alérgica grave presentan un riesgo muy elevado de sufrir una reacción sistémica generalizada en el caso de una nueva picadura.
Por esta razón, se les aconseja acudir al alergólogo para que confirme si padece alergia al veneno de himenópteros e iniciar un tratamiento con inmunoterapia.
La avispa asiática es una especie invasora identificada por primera vez en España en 2010, y desde entonces, su expansión está siendo exponencial y está inquietando a las autoriades debido a su capacidad de reproducción y dispersión, así como por la frecuencia con la que atacan a las colmenas de abejas para alimentar a sus larvas.
Desde el punto de vista alergológico, se calcula que esta especie provoca hasta el 90 % de todas las picaduras en las áreas en las que su presencia es mayor.
La picadura de esta especie “tiene los mismos efectos en el ser humano que los de otras especies autóctonas, sobre todo la ‘Vespa crabro’, que es la de mayor tamaño y se encuentra en toda España, aunque predomina en el valle del Jerte, Cáceres y Andalucía. La diferencia es que la avispa asiática inyecta más cantidad de veneno que la avispa común, lo que puede ocasionar más dolor e hinchazón”, ha explicado la presidenta del Comité de Alergia a Himenópteros de la SEAIC, Berta Ruiz.