El seguro no cubre los accidentes de tráfico causados por los efectos de los antihistamínicos para las alergias

El seguro no cubre los accidentes de tráfico causados por los efectos de los antihistamínicos para las alergias

Se conocen las consecuencias de ponerse al volante bajo los efectos del alcohol o de las drogas, pero son menos conocidos son los efectos adversos de los medicamentos sobre la conducción, que, según la Dirección General de Tráfico (DGT), son la causa del 5 % de los accidentes de tráfico en España.

 

Así las cosas, la ingesta de este tipo de medicamentos, autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), puede afectar a la conducción de alguna forma, provocando somnolencia, dificultad de concentración o para permanecer alerta, visión doble o borrosa, sensación de vértigo, disminución de reflejos, falta de coordinación, sensación de inestabilidad y desvanecimientos o mareos.

Y no solo esto sino que además algunos de ellos pueden producir falsos positivos en un test antidrogas, por lo que conviene tomarse en serio las posibles consecuencias al volante de medicarse, destacando entre ellas la somnolencia.

De esta manera, desde la asociación Automovilistas Europeos Asociados (AEA) advierten que los seguros pueden excluir de cobertura los daños causados por conductores medicados siempre que dicha medicación haya influido en la conducción y esa sea la causa del accidente. En este sentido, desde la AEA sostienen que “en España, la ley que regula el seguro de responsabilidad civil de suscripción obligatoria del automóvil obliga a las aseguradoras a indemnizar a las víctimas por los daños causados dolosamente pero después el asegurador, una vez efectuado el pago de la indemnización, podrá repetir (para recuperar lo abonado) contra el conductor, el propietario del vehículo causante y el asegurado, si el daño causado fuera debido a la conducta dolosa de cualquiera de ellos o a la conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas o de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas”.

Por este motivo, desde la asociación de automovilistas advierten a los conductores de que a veces no hace falta consumir cocaína, heroína o cualquier otra droga sino que basta con tomar un simple fármaco que pueda influir en la conducción para que las coberturas del seguro puedan verse afectadas en caso de que se provoque un accidente por este motivo

Los fármacos que ponen en riesgo la seguridad vial llevan en su envase un pictograma que no prohíbe la conducción, pero que alerta sobre el riesgo de manejar vehículos y dirige a la lectura del prospecto, que informa sobre sus efectos negativos tanto para la conducción como para el manejo de maquinaria peligrosa; y los seguros pueden excluir de cobertura los daños causados por conductores medicados.

En España existen cuatro categorías para clasificar a los medicamentos en función de su influencia en la capacidad de conducir: categoría 0 (sin efecto sobre la capacidad de conducción), I (influencia leve), II (influencia moderada) y III (influencia muy marcada). Este último grupo, en el que se encuentran los ansiolíticos, antidepresivos, estimulantes, antihistamínicos, entre otros, son los fármacos que pueden dar positivo en un control de drogas, al ser muchos de ellos derivados de los opiáceos.

Pero ahora que se acerca la primavera, es importante hacer un recordatorio especial sobre los antihistamínicos; ya que si las reacciones de la alergia en sí mismas pueden resultar peligrosas para la conducción, también lo son los efectos de algunos medicamentos para combatirla. Este tipo de medicamento puede provocar somnolencia, así como aumentar el tiempo de reacción a la hora de tomar una decisión.

Así las cosas, desde la DGT informan de que los antihistamínicos que utilizan como principio activo bilastina, ebastina, desloratadina, loratadina y terfenadina no producen efectos sobre la conducción y son, por ello, mejores para la seguridad al volante.

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