Demi Moore sigue siendo, a sus 52 años, un icono de la sensualidad y la belleza. Sin embargo, parece que los años le han venido de golpe a la actriz como consecuencia a lo que podría ser una alergia al bótox.
El nuevo rostro de Demi Moore podría ser el resultado de una mala combinación: el bótox y el estrés. Esta semana, la protagonista de "Ghost" tuvo que interrumpir su viaje por Europa, donde iba a celebrar el cumpleaños de una de sus hijas, y volver de urgencia a EE.UU., ya que un joven de 21 años fue encontrado muerto en la piscina de la casa de los Moore en los Ángeles, lo que ha causado una gran impresión en la actriz.
Este estrés podría haber desencadenado una reacción alérgica relacionada con su tratamiento de bótox, ya que su rostro se ha desfigurado hasta tal punto que parece como si la piel se le hubiera derretido. La fotografía ha sido tomada en Nueva York y en ella se hace patente la gran transformación de su apariencia. Ya sea por el estrés, un exceso o una mala aplicación, la verdad es que el bótox le ha pasado factura.