El aumento en la temperatura está extendiendo el periodo de floración de las plantas y, por lo tanto, cambiando el viento y ayudando a que el polen viaje más lejos.
Numerosas personas padecen una inevitable alergia provocada por el polen, coincidiendo con la llegada de la primavera, y el calentamiento global está haciendo que las cosas se pongan más difíciles para estas personas, al conseguir que la temporada de alergias se extienda en algunos lugares del mundo.
Según un estudio realizado en Alemania y publicado en la revista especializada Frontiers in Allergy, el incremento de la temperatura está provocando que cada año se aumente el periodo de floración de las plantas, lo que resulta en la suspensión de partículas de polen durante más tiempo.
Este aumento de polen está agravando todo tipo de problemas respiratorios para las personas alérgicas, de manera que los autores encontraron que ciertas especies, como los arbustos de avellano y los alisos, han extendido su temporada de floración hasta 2 días por año, sumando hasta 60 días a la temporada de polen en Baviera en ese tiempo.
Durante este mismo período de tiempo, otras especies de plantas, como el abedul y el fresno, han comenzado a florecer y a liberar su polen 0,5 días antes cada año.
Entre las sorpresas con las que se encontraron los investigadores, destaca que el 75 % de las especies de polen eran de fuera de Baviera, "lo que significa que la concentración real de polen depende menos de las condiciones locales", según los autores, que han explicado que "es más dependiente de los patrones atmosféricos y de viento interregionales".
Cuando se tiene en cuenta este factor, la temporada de polen puede ser incluso más larga que las estimaciones anteriores, con lo que el transporte a larga distancia del polen puede influir en que las personas se vean expuestas a partículas para las que no tienen anticuerpos.
