El kéfir, un tipo de yogur búlgaro que se obtiene a partir de leche fermentada por levaduras y bacterias, es uno de los alimentos que más adeptos va ganando gracias a sus propiedades y beneficios, al ser un probiótico que facilita la digestión, refuerza las defensas y que, además, está lleno de sabor.
Así las cosas, la gama de productos sin lactosa, ricos y ligeros de Kaiku Sin Lactosa, ha lanzado su propia versión de kéfir natural sin azúcar añadido, un alimento que es recomendable incorporar al día a día para mantener un estilo de vida ligero, sobre todo entre los alérgicos a la lactosa.
Este producto no solo está repleto de bacterias beneficiosas, sino que además es rico en calcio, proteínas y vitaminas del grupo B.
Entre sus nutrientes están las grasas propias de la leche entera, desnatada o semi, sin embargo, tiene un aporte calórico que podríamos considerar saludable, es decir, que el kéfir es una buena fuente de energía, además de ser rico en vitaminas y minerales, ya que la composición del kéfir de leche destaca por su alto contenido en vitaminas del grupo B, aquellas que ayudan a mejorar la circulación, producir glóbulos rojos, regenerar tejidos… etc.
Es conocido que el kéfir es un alimento alcalino capaz de contrarrestar la acidez de los alimentos como la carne, el pescado, el marisco; pero además, sus bacterias lácticas protegen las mucosas del intestino y repueblan la microflora intestinal. De esta manera, en conjunto, el efecto probiótico mejora la salud del colon, las paredes intestinales y del sistema inmune, además de tener un efecto antibacteriano y antimicrobiano, que lo hace ideal contra infecciones como la Heliocbater Pylori, causante de la gastritis y las úlceras gastroduodenales.
También fomenta la defensa de bacterias como la salmonella o la candida albicans que pueden contaminar la leche, al tiempo que contribuye a regular los niveles de colesterol actuando en tres partes: reduce la absorción de colesterol en el intestino, ayuda a mantener la flora intestinal en forma para que sea capaz de degradar el colesterol y, por último, impide la fabricación del mismo en el hígado.
Además, es aliado en la gastroenteritis, ya que proporciona probióticos al cuerpo que ayudan a combatir contra la infección; y cuenta con propiedades y beneficios para el pelo y la piel, ya que cuando su intestino está fuera de control, puede enviar señales a su piel y el cabello que interrumpen su equilibrio natural y causan todo tipo de problemas como el acné, la psoriasis, las erupciones, el eczema, la falta de brillo o la caída en el caso del pelo.
De esta manera, el kéfir ayuda a que las bacterias buenas respondan respaldando la salud de su órgano más grande, la piel, por lo que este producto se lleva utilizando siglos como cura con capacidad para mejorar la cicatrización de heridas y el tejido conectivo; y no solo ayuda con los problemas sistémicos de la piel, sino que también beneficia en daños puntuales como quemaduras y erupciones.
