La alergia al frío es una afección rara que sufre una de cada 100.000 personas, cuyos síntomas suelen incluir picor, enrojecimiento, habones e hinchazón, y aparece tras la exposición al frío o la ingesta de alimentos y bebidas frías.
Coincidiendo con la borrasca Filomena, se han difundido algunos datos que confirman que la alergia al frío no solo existe, sino que se cree que afecta a una de cada 100.000 personas.
El término médico para referirse a esta afección es urticaria por frío y, de la misma forma que ocurre con el resto de alergias, hay distintos grados que determinan su gravedad.
Los síntomas de esta peculiar alergia pueden variar mucho en función de cada persona y del grado de alergia que padezca, y los signos más frecuentes son picor, enrojecimiento, habones, tumefacción o hinchazón, sobre todo en las zonas más expuestas como las manos y la cara; mientras que en los casos más graves, los síntomas pueden incluir dolor abdominal, dificultad al respirar y al tragar, mareos y pérdida de conocimiento.
Estos síntomas suelen aparecer entre unos minutos y hasta una hora después de la exposición a bajas temperaturas, corrientes de aire frío o agua fría, pero también pueden surgir tras la ingesta de alimentos o bebidas frías.
Se trata de una afección que suele ser más frecuente en jóvenes y niños, y que se asocia a cuadros infecciosos previos, aunque en ocasiones puede deberse a una reacción de las inmunoglobulinas al frío, lo que puede estar relacionado con enfermedades graves. Además, existen personas que sufren la urticaria por frío de forma hereditaria.
Para identificar la urticaria por frío no valdrá realizarse el test común de alergias, sino que si se cree que se puede sufrir este tipo de alergia, se deberá realizar un test de provocación con frío. El más típico consiste en la aplicación de un cubito de hielo sobre el antebrazo durante un periodo de tiempo variable para observar si aparece urticaria y un habón.
Posteriormente, deben llvarse a cabo estudios complementarios con el objetivo de descartar enfermedades asociadas.
Las principales indicaciones a la hora de evitar y tratar la alergia al frío son:
- Evitar la inmersión en agua fría
- No hacer ejercicio en ambientes fríos
- No tomar alimentos ni bebidas frías
- Tomar antihistamínicos durante los meses más fríos
- Usar prendas de abrigo, haciendo especial incidencia en las zonas más expuestas
En casos más severos, el médico puede ver necesario que se lleven siempre encima adrenalina o corticoides.
