La piel es el órgano más grande del cuerpo y casi todos usamos productos cosméticos para cuidarla, pero aunque suelen ser beneficiosos para la piel, no lo son tanto para nuestro organismo.
Al comprar un producto natural pensamos que estamos comprando lo mejor, lo que no significa necesariamente que sea saludable, y es que existen algunos ingredientes que debemos evitar, ya que son tóxicos para el organismo, y aunque muchos de ellos están regulados, siempre que no se supere el porcentaje indicado por los órganos reguladores, finalmente el producto suele llegar a los lineales de ventas. Entre estos productos habituales en nuestro aseo diario destacan:
- Desodorantes
En el mercado hay desodorantes en el que se lee la etiqueta bio, pero entre sus ingredientes contienen salicilato de bencilo, un componente que forma parte de la lista de 216 sustancias perfumantes identificadas como "alérgenos de contacto en humanos" por el Comité Científico Europeo de Seguridad de Consumidores (CCSC), que afirma que entre el 1 y el 3 % de la población europea es vícitma de una alergia debida a los ingredientes de perfumería.
Otro ingrediente preocupante es el cyclopentasiloxane, una silicona que ha mostrado tener también propiedades de interrupción endocrina, y su uso se considera problemático en aerosoles, ya que desencadena una fuerte exposición global y puede dar lugar a concentraciones en arie superiores al valor considerado seguro por el CCSC. Además, puede contener trazas de ciclotetrasilaxano, clasificado en la Unión Europea como tóxico para la reproducción.
Además, podemos encontrarnos con el butilhidroxitolueno, que también afecta a la función tiroidea y puede tener efectos en las hormonas sexuales y afectar a la fertilidad y el desarrollo.
Por otra parte, las sales de aluminio, algo que muchos ahora evitan, pueden conllevar efectos neurotóxicos, ya que obstruyen los poros de la piel y se utilizan principalmente por sus propiedades antitranspirantes. Se recomienda actuar con precaución, evitando aquellos productos que contengan este ingrediente, al igual que evitarlo sobre lesiones en la piel, por ejemplo después del afeitado, en bebés prematuros y personas con insuficiencia renal.
- After Shave
En estos cosméticos encontramos fenoxiatanol que se utiliza como conservante. Aunque está regulado y su concentración no puede superar el 1 % del producto acabado, es un conservante tóxico para el hígado y la sangre, y también se sospecha que tiene efectos sobre las hormonas y la fertilidad. Además, puede ser responsable de alergias de contacto.
- Crema Hidratante
La piel lo absorve todo, pero puede ser preocupante exponerla al ethylhexyl methoxycinnamate, un filtro UV que actúa como un interruptor endocrino, y que se ha demostrado que es interruptor de los estrógenos y también de la función tiroidea. Otro ingrediente habitual en este producto es a oxibenzona, que filtra los rayos ultravioletas del sol.
- Champú
En este producto podemos encontrar metilcloroisotiazolinona, un conservante que se utiliza para reemplazar a los parabenos, y que stá totalmente prohibido en productos que no se enjuagan desde abril de 2016 por su potencial alérgeno; de hecho, causa dermatitis de contacto alérgicas. Aunque te enjuages, el producto está en contacto con la piel algunos minutos, y usado día a día durante años a años puede hacer que algo quede en es organismo.
Otro componente peligroso es el sodium laureth sulfate, sometido a un proceso de transformación a partir de óxido de etileno para convertirlo en más tolerable para la piel. Este gas es altamente reactivo y tóxico, por lo que no se excluye el riesgo de impurezas tóxicas aunque se apliquen procesos de fabricación para regular su contenido residual. Además los residuos que se generan perduran en el medio ambiente y pueden ingerirlos otros organismos.
