¿Qué se sabe sobre sobre las reacciones alérgicas de las vacunas de Pfizer y Moderna?

¿Qué se sabe sobre sobre las reacciones alérgicas de las vacunas de Pfizer y Moderna?

Las reacciones alérgicas a las vacunas para la Covid-19 producen en ocasiones reacciones anafilácticas extremadamente raras, por lo que el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU. (NIAID), se ha reunido varias veces con científicos de la Administración de Alimentos y Medicamentos en los Estados Unidos (FDA), y representantes de Pfizer y Moderna, con el objetivo de discutir sobre el asunto.

Los investigadores creen que las reacciones alérgicas graves de las vacunas contra el SARS-CoV-2 ocurren debido a un compuesto en el ARNm de la vacuna, el compuesto poli etilenglicol (PEG), que se encuentra en la vacuna de Pfizer/BioNTech y en la de Moderna. El PEG se encuentra en muchos medicamentos y productos, pero nunca se había utilizado en una vacuna aprobada.

En cualquier caso, este principio activo se considera un ingrediente inerte y no suele generar alergias, por lo que los investigadores creen que las personas que hayan estado expuestas con anterioridad a PEG pueden tener altos niveles de anticuerpos contra este compuesto, lo que podría causar una reacción al medicamento que lo contenga, en este caso, la vacuna.

Sin embargo, todavía es posible que las causas de las reacciones alérgicas sean otras. Una hipótesis es que se deba a un factor relacionado con el transporte o la pérdida de la cadena de frío, una suposición que se basa en que los casos de alergias se han agrupado en ciertos lugares.

En los ensayos clínicos, solo una persona de 18.801 participantes desarrolló una alergia, pero no se consideró que este evento se relacionara con el medicamento.

El NIAID y la FDA están preparando de esta manera un estudio para analizar la respuesta de las vacunas en quienes tienen altos niveles de anticuerpos anti-PEG, y también se estudiarán cómo afecta la vacuna a las personas que han tenido reacciones alérgicas graves en el pasado. Sin embargo, por el momento esto no es posible, pues las reacciones anafilácticas generan biomarcadores que no permanecen en la sangre durante mucho tiempo.

Los investigadores reunidos decidieron que, de ahora en adelante, se tomarán muestras de sangre de los casos de reacciones alérgicas, para poder analizar estos marcadores.

Pfizer ya recomienda tener disponible en los lugares de vacunación el tratamiento y la supervisión adecuada, en caso de que una persona desarrolle anafilaxia. Una vez que estén listos los resultados de los estudios y si se demuestra que PEG es el responsable, no será posible realizar pruebas de detección de estos anticuerpos a millones de personas antes de que reciban la vacuna.

De esta manera, la recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) es no administrar las vacunas Pfizer o Moderna en personas que hayan tenido reacciones alérgicas graves a cualquiera de los componentes de las vacunas, de forma que si una persona tuvo en el pasado una reacción alérgica grave a cualquier medicamento o vacuna, deben analizarse los riesgos y los beneficios.

Si bajo consejo médico se decide que el paciente la reciba, la persona debe permanecer 30 minutos en el lugar, para recibir un tratamiento adecuado en caso de ser necesario.

Así las cosas, cuando un individuo informa una reacción alérgica a la primera dosis, los expertos sugieren que se realice una prueba cutánea para confirmarlo. Dependiendo de la gravedad de la reacción, el alergólogo y la persona en cuestión decidirán si es más seguro evitar la segunda dosis de la vacuna.

Los expertos aseguran que las reacciones anafilácticas son muy raras, hasta el punto de que un estudio realizado por alergólogos del Hospital General de Massachusetts, en Boston, llevaron a cabo una detallada revisión de los problemas relacionados con las reacciones alérgicas a las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna, donde la conclusión fue que las reacciones alérgicas graves son muy raras, e incluso quienes sufren de alergias a algunos alimentos o medicamentos conocidos pueden recibir la vacuna, tomando las previsiones necesarias.

Los alergólogos señalan que las vacunas son muy seguras y las reacciones anafilácticas solamente suceden en torno a 1,3 por cada 1.000.000. Estas cifras de reacciones alérgicas no se consideran relevantes en el cómputo global.

En EEUU ha habido hasta el momento unos 10 informes de reacciones alérgicas en 2 millones de dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech administradas. Todas las personas fueron tratadas en el lugar rápidamente y los síntomas desaparecieron.

Los especialistas concluyen de esta forma que las personas con alergias comunes no tienen más probabilidades de desarrollar una reacción alérgica a la vacuna que el público en general, ya que las alergias son específicas y sufrir de alergia al polvo, por ejemplo, no indica que haya un riesgo al recibir una vacuna.

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