El níquel es un metal ubicuo utilizado en joyería junto con otras sustancias metálicas por sus propiedades de endurecimiento y su bajo precio. Sin embargo, algunas estimaciones sugieren que al menos 1,1 millones de niños en los Estados Unidos están sensibilizados a este metal.
La dermatitis de contacto por alergia al níquel (DCA-Ni) es la reacción de hipersensibilidad cutánea de tipo retardado más común en todo el mundo, y su incidencia entre los niños evaluados casi se ha cuadruplicado en las últimas 3 décadas, al tiempo que las morbilidades asociadas incluyen prurito, malestar, ausencia escolar y reducción de la calidad de vida.
En la edad adulta, los individuos con DCA-Ni pueden tener un eccema de manos incapacitante grave, y para reducir la exposición a fuentes de metales con alta liberación de níquel por contacto directo y prolongado con la piel humana, Dinamarca y la Unión Europea legislaron una directiva hace décadas con el objetivo de reducir la liberación de un alto contenido de níquel y la incidencia de DCA-Ni.
Desde entonces, ha habido una reducción de su incidencia en estudios poblacionales de adultos y estudios de niños y adultos jóvenes a los que se les realizan pruebas de dermatitis de contacto alérgica, unos datos que apuntan a la exposición al níquel como un desencadenante de la DCA-Ni y que, además, proporcionan evidencia de que la legislación puede tener un efecto sobre la salud económica y médica de una población.
Esta declaración de política revisa la epidemiología, la historia y la apariencia de la DCA-Ni, y en ella se discuten ejemplos de fuentes de alta liberación de níquel para resaltar lo difícil que es evitar este metal en la vida cotidiana moderna, y se describen las opciones de tratamiento, al tiempo que se presentan estrategias de evitación y se abordan las intervenciones epidemiológicas a largo plazo. Además, se revisa la defensa de un uso más inteligente del níquel.
La Academia Americana de Pediatría respalda la legislación estadounidense que promueve los estándares de seguridad, según el modelo de la Unión Europea, que protegen a los niños de la exposición temprana y prolongada de la piel a elementos que liberan níquel.
