En las primeras semanas de la pandemia, muchas sociedades científicas catalogaron a los asmáticos y a los alérgicos como población de riesgo, pero poco a poco las investigaciones han ido rebatiendo esta idea inicial. Los primeros estudios de China, y los posteriores en Europa y Estados Unidos, confirmaron que no había más infectados entre los pacientes asmáticos y los positivos detectados tampoco sufrían una peor evolución.
A partir de estos datos preliminares de publicaciones internacionales, el alergólogo Jesús Miguel García-Menaya del complejo hospitalario de Badajoz, ha dirigido un estudio de referencia internacional a través de la red Aradyal, la red de asma, reacciones adversas a fármacos y alergia del Instituto de Salud Carlos III, en el que su equipo analizó exhaustivamente los 113 pacientes ingresados por covid en el complejo hospitalario de Badajoz durante la primera oleada.
Encontraron 24 ingresados con antecedentes de alergia y analizaron después la evolución de este subgrupo con respecto al resto para encontrar peculiaridades significativas, para obtener como conclusión principal que no hubo diferencias entre ambos subgrupos.
Los 24 detectados sobre 113 representa un 20 %, justamente el porcentaje entre la población general. Durante la primera oleada hubo en Badajoz la misma incidencia de alérgicos en el hospital por covid que en la calle. En lo que se refiere a la evolución, tampoco notó diferencias destacables en estancia media hospitalaria, ingresos en UCI o mortalidad. Todo esto le sirve al doctor para afrimar que "no hubo más alérgicos, no tuvieron una mortalidad distinta y no permanecieron más tiempo en la UCI y no presentaron síntomas diferentes".
Para García-Menaya esta conclusión supone cierta tranquilidad para muchos de sus pacientes porque a estas alturas de la pandemia ya se puede decir que no son un factor de riesgo.
El estudio de Badajoz sigue la línea de otro similar en España que hizo la Fundación Jiménez Díaz de Madrid y que partió de una comparación similar, pero al hacerse en Madrid lo hizo con una población mayor de afectados y de un subgrupo también más numeroso que el de Badajoz. Los resultados fueron prácticamente iguales y sacaron la misma conclusión.
Ahora toca preguntarse por qué este coronavirus no genera las complicaciones respiratorias como se preveía., y el doctor García-Menaya habla de dos hipótesis aún sin confirmar. Una explicación podría ser que los corticoides inhalados de los pacientes asmáticos disminuyen el volumen de receptores que utiliza el virus para colonizar el sistema respiratorio; mientras que otra posibilidad puede ser que las células de las vías aéreas de los asmáticos y los alérgicos tengan menos de estos receptores en la superficie celular y por lo tanto el virus no penetre con tanta facilidad.
Los estudios abren ahora varias líneas de investigación, de forma que en esta segunda onda epidémica se podría investigar si se mantiene el porcentaje de la primera, o se puede analizar las secuelas entre los asmáticos que han superado la infección y rastrear su comportamiento.
