Al necesitar ambientes húmedos para sobrevivir, las estaciones lluviosas y templadas, los ácaros suelen ser especialmente complicados, y muchas personas se quejan de que los episodios de alergia les provocan serios problemas en su día a día.
Ojos llorosos, congestión nasal, tos seca, estornudos, presión en la cabeza y dolor de garganta son solo algunos de los síntomas que se pueden experimentar de forma persistente, a pesar de que los antihistamínicos suelen ser bastante efectivos para paliarlos.
Para evitar que esto sea así, es importante seguir una serie de pasos en los hogares con el fin de evitar al máximo la presencia de ácaros y, por tanto, minimizar los síntomas en la medida de lo posible.
Para combatir a estos "incómodos bichitos" siempre será recomendable hacerse con un robot aspirador y emplearlo al menos una vez al día, ya que no somos conscientes de la cantidad de polvo que se acumula en las casas, que no seremos capaces de retirar del todo incluso cuando extrememos las medidas de limpieza, pero sí que podremos eliminar buena parte y, por tanto, atenuar los síntomas. Por eso, es aconsejable ser estrictos con la limpieza de muebles, estanterías, armarios y ropa, especialmente la de cama, donde se acumulan más ácaros.
Además, es aconsejable lavar siempre a 60º para asegurar que se eliminan por completo y no dejar que se acumule el polvo en la ropa colgada en percheros o roperos abiertos. En este sentido, si se es alérgico a los ácaros, se deben evitar los vestidores abiertos y usar armarios con puertas, pues el polvo que se vaya acumulando en estas prendas puede desencadenar un ataque de alergia. En cualquier caso, lo mejor es tener el menor número posible de muebles en casa y reducir el número de superficies en que se pueda depositar el polvo.
Gran parte de antihistamínicos son de venta libre, pero no es recomendable medicarse por cuenta propia, de forma que si eres alérgico, debes visitar a un profesional que te prescriba cuáles son los mejores, cuál es la dosis a tomar, en qué momento del día y cuáles se ajustan mejor al estilo de vida de cada uno, ya que muchos de ellos provocan somnolencia, y pueden estar contraindicados con determinadas profesiones.
Si los síntomas persisten, y se siente ahogo o pinchazos en el pecho o algún otro indicio de asma, lo mejor será consultar con un facultativo para descartar cualquier otra patología.
Además es recomendable vigilar la cama y otras superficies, así como ventilar a diario la habitación y utilizar fundas anti ácaros en el colchón y la almohada. Es importante también que aspirar al menos una vez al mes y, a ser posible, tratar de exponerlos al sol como mínimo una vez al año. Además, es bueno cambiar íntegramente la ropa de cama al menos una vez a la semana, y cuando se incorpore la funda nórdica, lo mejor es llevarla a la tintorería antes de colocarla, asegurándo así que se lave a altas temperaturas para eliminar los ácaros por completo.
Lo mejor es no tener moquetas y alfombras, pero si es el caso hay que asegurarse de aspirarlas con frecuencia, lo mismo que el sofá o las mantas, que deberán ser lavadas al menos una vez por semana a más de 60º.
Los ambientes húmedos y templados son ideales para la formación de ácaros, de manera que será aconsejable tomar todas las medidas posibles para que los ambientes de casa sean secos. Una buena idea es adquirir un deshumidificador que mantenga la humedad por debajo del 50 %, ya que este sistema permite reducir la presencia de ácaros.
Por ultimo, y pese a que su eficacia es relativa, y lo que de verdad va a funcionar contra los ácaros es extremar la limpieza, puedes emplear acaricidas naturales para la ropa de cama o añadirlos a la colada. El aceite de té verde y la lavanda pueden ser eficaces para reducir en parte la presencia de ácaros, además de que dejarán un agradable aroma en el cuarto.
