Alergia y decoración son dos conceptos que van muy ligados, de forma que se pueden paliar en gran medida los síntomas de esta enfermedad siguiendo unas pautas higiénicas dentro de casa, tales como limpiar en profundidad sin levantar polvo, amueblar con pocos muebles, o evitar la acumulación y el desorden. Todas estas soluciones no son son fáciles de llevar a la práctica, sino que además funcionan.
Por ejemplo, renovar el aire a diario es una buena forma de evitar ambientes muy cargados de CO2 y un recurso estupendo para mejorar la presencia de iones negativos en el aire, de manera que se pueden evitar dolores de cabeza, fatiga, estrés, etc. Con diez minutos es suficiente, y si lo haces cuando te levantes, será una buena forma de empezar el día, eso si, siempre que no tengas alergia al polen, cuando será mejor mantener las ventanas cerradas a primera y a última hora. Resulta práctico en este sentido disponer de purificadores de aire o humidificadores, que ayudarán evitar un exceso de sequedad ambiental.
En caso de necesitar mantener los ácaros a raya, es posible minimizar su multiplicación con una limpieza correcta, lo que quiere decir que no solo hay que retirar el polvo, sino también eliminarlo adecuadamente. En este sentido, en los muebles se debe utilizar un paño humedecido ligeramente, de esta que apenas tengas que levantarlo.
En cuanto a los suelos, tapicerías, sofás-, lo más recomendable es emplear un aspirador con filtro HEPA de alta eficiencia, ya que es un aparato que limpia en profundidad, reduciendo la cantidad de partículas nocivas respiradas.
Por otra parte, como cuenta la experta japonesa en orden Marie Kondo, está demostrado científicamente que el orden externo ayuda a mantener el interno, por lo que cuanto más ordenada esté la casa, más sano será el ambiente en el que se vive, tanto a nivel físico como mental; y esto se trata de algo básico cuando se sufre alergia, ya que los ácaros encuentrar su mejor hábitat en espacios con muchos muebles, libros o tapizados, por lo que decorar en exceso siempre resultará contraproducente.
En relación con los textiles, se debe hacer un uso moderado de cortinas, cojines, alfombras; al tiempo que el espacio deberá estar lo más vacío posible. En este sentido, los estores resultan buenas alternativas a cortinas y alfombras, pudiendo sustituir las cortinas pesadas por otros sistemas más adecuados, como los estores enrollables de materiales sintéticos, alguno los cuales están tratados con productos antialérgenos.
Un método eficaz para combatir los síntomas de la alergia en el hogar es utilizar lavadoras que van provistas de un programa especial antialergias. Si no cuenta con él, lava la ropa con agua caliente, a unos 60 ºC para eliminar todo rastro de ácaros y alérgenos, y después sécala en una secadora. Es importante tener en cuenta en este sentido que tan importante como la temperatura del agua es el uso de detergentes con pH neutro y reducir el empleo de suavizante, con lo que se evitan algunas dermatitis.
El dormitorio es el lugar de la casa donde más se debe cuidar el binomio alergia y decoración, por lo que elegir bien el colchón, donde se concentra la población más abundante de ácaros, y las almohadas resulta muy importante. Los colchones de gama media-alta suelen llevar tratamientos y tejidos especiales para las personas alérgicas, al tiempo que las fundas antialérgicas, confeccionados con tejidos muy poco porosos, son muy eficaces en este sentido, porque dificultan el paso del polvo y partículas nocivas.
En cuanto a la ropa de cama, los edredones de material sintético son más apropiados que los de pluma o plumón natural, ya que es posible lavarlos en casa de forma regular a temperaturas elevadas.
