Denuncian la carencia de un protocolo oficial frente a las alergias severas de los niños en los colegios

Denuncian la carencia de un protocolo oficial frente a las alergias severas de los niños en los colegios

Tras el reciente fallecimiento de una niña de cinco años en un colegio de Palma de Mallorca como consecuencia de una anafilaxia provocada por la ingestión de un producto que contenía leche de vaca, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), ha denunciado que en España el 8 % de los niños menores de tres años padecen algún tipo de alergia alimentaria de diversa gravedad, un porcentaje que crece cada año, por lo que ha reclamado  el establecimiento de un protocolo oficial para evitar estas situaciones.

En la misma linea se ha manifestado la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex (AEPNAA), que explica que los hijos de sus asociados han aprendido a vivir con las limitaciones que le imponen las alergias que padecen, que es algo común a los niños que forman parte de la asociación:

Desde la AEPNAA consideran que la prevención y la inclusión son muy importantes, pero ante todo, lo urgente es garantizar la seguridad. Por ello piden que se promueva una ley que obligue a cada centro educativo a elaborar y mantener una política propia sobre anafilaxia “para ayudar al alumnado con alergia severa, así como a elaborar planes individualizados para cada alumno en riesgo de anafilaxia”.

Según Ángel Sánchez, presidente de AEPNAA, están especialmente preocupados por la escolarización porque es una etapa de la vida en la que los niños pasan muchas horas fuera de casa en un entorno que puede suponer un riesgo alto si no se adoptan las medidas necesarias de prevención y de actuación. “Sabemos evidentemente que el riesgo cero no existe, porque incluso en casa nos equivocamos a veces, nos tomamos un café con leche y luego le damos un beso a nuestra hija que tiene alergia. Pero hay que ser más contundentes con este tema para reducir el riesgo al máximo”, ha contado Sánchez al diario El País, al que ha insistido en que es "fundamental que la familia cumpla con sus responsabilidades de cara al colegio –informar al centro, aportar los informes médicos y las pautas de tratamiento–, pero para evitar que se repita un caso como el de la niña de Palma de Mallorca, es necesario que en España se tenga una misma política común".

Desde la asociación consiguieron elaborar hace siete años un documento de consenso junto al Ministerio de Educación, las Comunidades Autónomas y diversas sociedades médicas, para la escolarización segura de los niños con alergias alimentarias. Ese documento, establecía una serie de compromisos para que las CCAA adoptaran las medidas necesarias para la perfecta integración de estos niños en el entorno escolar.

El niño alérgico no es un niño enfermo, no es un niño que tenga que tomar ninguna medicación o que tenga alguna limitación, simplemente ha de evitar el contacto con un alérgeno. Así que lo primordial es la prevención, pero si se produce la reacción, que sabemos que se puede producir, también demandábamos que el colegio supiera cómo reaccionar ante esos casos: y eso implica desde identificar claramente al niño alérgico, hasta que se custodie su medicación y se le dé en caso de ser necesaria. Esto es particularmente importante en el caso de la anafilaxia, porque por desgracia mata”, explica Ángel Sánchez.

Sin embargo, la realidad hoy es otra. Si bien hay comunidades que han dado pasos y han avanzado en la integración, en otras la situación es, lamentablemente, peor, “en muchos colegios, tanto públicos como concertados o privados se sigue delegando esa responsabilidad en la contrata de cocina, en los monitores o se es muy reacio a admitir la medicación”, ha explicado el presidente de la AEPNAA.

Una solución pasaría por establecer una ley similar a la Ley Sabrina, una ley canadiense del año 2005, aprobada tras la muerte de Sabrina Shannon, una adolescente de 13 años que fallecía como consecuencia de la ingestión de unas patatas fritas que habían sido servidas con la misma pinza que habían utilizado para servir otras patatas con queso. La ley Sabrina obliga a cada centro educativo a elaborar y mantener una política de anafilaxia con medidas como la elaboración de estrategias que reduzcan el riesgo de exposición a los agentes causantes de la anafilaxia en las aulas y en las zonas comunes de los centros; el trazado de un plan de comunicación para la difusión de información sobre las alergias potencialmente mortales a padres, alumnos y empleados; la formación periódica para todos los empleados y para otras personas que están en contacto directo con los alumnos sobre el manejo de las alergias potencialmente mortales; o el desarrollo de un plan individualizado para cada alumno con alergia en base a sus necesidades y requerimientos.

Según un documento elaborado por la European Academy of Alergy and Clinical Inmunology, la evidencia científica disponible indica que el número de admisiones en hospitales por reacciones alérgicas severas en niños se ha multiplicado por siete en los últimos diez años. Desde la EAACI también insisten en la necesidad de armonizar los estándares para el acompañamiento de un niño alérgico en los centros escolares, pero recuerdan que se necesita también una mayor concienciación en torno a la alergia y a la anafilaxia.

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